Los surcoreanos se han fabricado una cinta de espionaje, conspiraciones y traiciones a la patria de lo más elaborado, incluso podemos afirmar que enrevesada a decir basta. El continuo cruce de sospechas, pistas falsas o falsos culpables tienen en vilo al respetable, ni un mínimo parpadeo puede permitirse si no quiere que se le escape alguna clave o frase importante en la trepidante caza del topo norteño. Y la acción, en eso tampoco se han quedado cortos: tiroteos y persecuciones en píldoras cargadas en su justa medida, algo que es de agradecer en tiempos de cine de acción clónico. Quizá la única pega sean sus ciento veinte minutos y pico, un esfuerzo que hará desistir a más de uno. Nosotros aguantamos y mereció la pena.
Puntuación @tomgut65: 6/10