Dime tú que para ser una novela negra (?) está fuera de las categorías habituales, porque aunque el lado oscuro de los moteros está más que amortizado, no tanto el del surfero californiano. Ike Tuker, directo desde el desierto, despierta a la vida acelerada de las playas de California en la pretendida búsqueda de su hermana desaparecida. Eclosión paleta y meteórica desde un taller en ninguna parte hasta los viajes y polvos descontrolados, siempre entre olas (la velocidad de aprendizaje de este chico es pasmosa) , tíosduros y tíasbuenas.
Publicada ya hace un buen puñado de años, la trae de vuelta Libros del Asteroide. Aquí es donde afirmo que si fuese millonario hay editoriales de las que compraría todos los libros por el mero placer de tocarlos. Si no son buenos siempre puedes disfrutar sobándolos, deseo táctil e inocente. No sé qué papel utilizan, pero es sumamente agradecido, al igual que el extremo respeto por la traducción, que siempre va en portada.
Parece que inspiró "Le llaman Bodhi", la película de Kathyn Bigelow, y la verdad deja el mismo poso. Entretenida, fácil, y bastante plana.