Hutchinson Gila: probamos la última cubierta de la firma francesa

Aunque pueda parecer que tenga nombre de humorista, la nueva Hutchinson Gila, la última creación de la conocida firma de cubiertas francesa, no es ninguna broma. La heredera de la antigua Cougar no ha hecho más que sorprendernos cada dia de estos más de dos meses que ha durado la prueba a la que la hemos sometido. Meses en los que la hemos enfrentado a todo tipo de terrenos y condiciones, algo que justamente es el punto fuerte de esta cubierta: la polivalencia y versatilidad.

Desde que asistimos a su presentación en el pasado Unibike, teníamos muchas ganas de testear está cubierta, principalmente para comprobar de primera mano sí todas esas bondades de las que nos hablaron la gente del equipo de Hutchinson eran verdad.

Normalmente somos algo reticentes a la hora de probar una nueva cubierta en nuestras bicicletas de montaña. Para evitar los sustos iniciales (una cubierta puede cambiar radicalmente el comportamiento de una bicicleta), siempre solemos realizar un pequeño ritual que nos ayuda como pequeña toma de contacto, como salir a rodar e ir comprobando donde pone los limites nuestra nueva amiga en cuanto a grip y retención de la frenada. ¿Y por qué os contamos esto? Pues porque prácticamente desde el primer momento la Hutchinson Gila comenzó a mostrarnos todas sus capacidades gracias a su buen comportamiento.

¿Una cubierta para XC, Trail, All Mountain y Enduro?

Pues sí, aunque pueda parecer que tiene un balón y un taqueado generoso (recordaros que la versión de 27,5" actualmente solo está disponible en 2.25") la Gila es sorprendentemente una muy buena rodadora, y eso es principalmente gracias al peso (711 gramos) y a la disposición y optimización de los tacos de la banda central, que ayudan a que la cubierta vuele prácticamente por cualquier superficie (que se lo pregunten a nuestro Strava). Aquí también hay que aclarar, que incluso siendo una buena rodadora, nuestra opinión es que está más dirigida al Trail o XC agresivo, que al XC puro y duro, donde seguramente hay cubiertas mucho más rápidas y específicas, pero eso si, no tan polivalentes.

Si no buscas un rendimiento de alta competición, está cubierta puede ser una perfecta elección para vivir el día a día sin complicaciones.

Pero la Hutchinson Gila no es solo una buena rodadora, sino que también tiene un magnífico comportamiento cuando nos enfrentamos a zonas más complicadas. Ahí sale su vena All Mountain, donde el volumen de la carcasa y sus grandes tacos laterales progresivos, en función del ángulo de inclinación, proporcionan un agarre eficiente en todo tipo de situaciones. En ningún momento hemos sufrido ninguna pérdida de control durante las subidas (derrapadas inesperadas), aun cuando nos hemos encontrado con terreno suelto, alguna roca o raíz... igual que en las bajadas, donde se comporta como una cubierta muy direccionable, que ayuda a mantener la trazada sin mucho esfuerzo.

Hutchinson Gila, eficaz en todo tipo de condiciones

En cuanto a cómo se comporta según las condiciones climatológicas, solo podemos deciros que es capaz de ofrecer las máximas prestaciones en todo tipo de terrenos, ya sean secos, mixtos, rocosos e incluso húmedos o con barro, donde la disposición de sus tacos en "V" ayudan a facilitar la evacuación de este último. Hemos realizado el test con un amplio abanico de terrenos y meteorología y podemos afirmar que es un gran neumático para todo, realmente lo hace todo bien. Y es que ya lo decíamos al comienzo, la Gila no ha dejado de sorprendernos y sobre todo si miramos algo tan importante como es su precio, donde demuestra que no hay que desembolsar grandes cantidades para disfrutar de una muy buena cubierta.

Junto con la versión de 27.5", también hemos tenido la posibilidad de probar la versión de 29" (peso 671 gramos), cuya principal diferencia está en el ancho disponible, solo en 2.10", y donde prácticamente hemos obtenido similares prestaciones. A destacar que, aunque sí que hemos notado que la pérdida de balón ha repercutido en la absorción de los grandes obstáculos, si que hemos ganado aún algo más en capacidad rodadora. Resumiendo: perfecta para XC, algo más justa para el uso All Mountain, donde sí que se echa en falta esa pérdida de balón.

En cuanto al resto de características importantes, destacar que talonan el tubeless perfectamente incluso con una bomba de pie. Tan solo tuvimos un pequeño problema con una de las unidades del test que tenia un poro algo grande y tuvimos que esperar a que el líquido sellante hiciera su trabajo tras el montaje (no dio ningún problema durante el resto de la prueba). En cuanto a su resistencia a los pinchazos, durante estos mas de dos meses de test no hemos sufrido ninguno, por lo que también se comportan bastante bien en este aspecto. La hemos usado con fases de uso exigente (alguna jornada de enduro han soportado) y la cubierta está en perfectas condiciones, con lo cual nos atrevemos a decir que tiene un muy buen envejecimiento.

Un dato importante que se nos pasaba por alto. Según donde utilicemos la Hutchinson Gila (como rueda delantera o como trasera) deberemos prestar atención a la dirección de giro, ya que se montan en sentidos opuestos.

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