Hyon Yong Chol ministro de Defensa de Corea del Norte, fue fusilado por el régimen paternalista (según el experto español en dicho país) por alta traición, que al parecer, consistió en dormirse durante uno de los discursos larguísimos del líder supremo Kim Yong-un. Se conoce que el amor por los súbditos, a quienes considera sus hijos, no exime de algunos castigos ejemplares como el que nos ocupa, que ayudan a mantener alerta a la población coreana en el disfrute de su amplio régimen de libertades. Van once fusilamientos, algunos de ellos públicos, por tal delito en el país asiático; se conoce que se trata de gente proclive a la intriga y la traición contra su propia nación y claro, no se puede consentir la sedición. El padre de todos los ciudadanos alerta así de las consecuencias que tiene disentir del régimen o faltarle al respeto, dejando por ejemplo, que Morfeo haga de las suyas en esas horas postprandiales tan peligrosas. Así es la vida.
Por cierto, Corea del Norte es un país comunista. Curioso, ¿no?.