Hyper Void VR: el poder de las gafas

Hyper Void VR es una demostración perfecta del potencial que tienen los dispositivos de realidad virtual para ampliar la sensación de inmersión dentro de un videojuego. Mucho se ha hablado y escrito sobre el futuro de los videojuegos en asociación a los nuevos dispositivos de realidad virtual, bien desde el recelo bien desde la esperanza. El error que se comete es pensar que una forma va a sustituir a otra, cuando lo que se va a dar seguramente sea una convivencia.

No obstante, en muchos casos la opción de la realidad virtual para algunos videojuegos se torna predilecta. Así me pasó con Resident Evil 7: opté por ganar más inmersión en detrimento de mayor calidad gráfica; y no me arrepiento. Hyper Void VR es un ejemplo paradigmático al respecto.

Cuando Ps Plus me obsequió con Hyper Void, lo descargué y lo probé. Me gustó su planteamiento neoclásico de los shooters arcade deudores de Space Invaders, tanto como su estética retrofuturista. Pero la verdad es que tras un par de partidas lo aparqué en la biblioteca de mi PS4 para el momento en que me apeteciera volver a jugar. Y fue grata mi sorpresa cuando descubrí navegando por Playstation Store de que había aparecido un parche para jugarlo con las gafas de realidad virtual. Hyper Void se convertía en Hyper Void VR, ¡y qué bien le ha sentado la implementación! Un buen juego ha pasado a ser un título notable y de obligado manoseado y visionado para todo aquel que posea unas gafas de realidad virtual.

La historia de Hyper Void VR, la verdad, importa poco. Que si un virus, que si unos alienígenas, que si debemos salvar la galaxia... Lo narratológico cede todo el protagonismo a lo ludológico: es en la jugabililidad, en el sistema de juego donde reside todo su encanto. Tres tipos de disparo con los que cuenta nuestra nave, enemigos a batir y viajes por el espacio-tiempo a través de agujeros de gusano. Hyper Void VR es repetitivo (¿no lo era Space Invaders?), pero logra sobre ponerse a la monotonía a base de cambiar nuestra perspectiva y de colocar en formas aleatorias la disposición de los escenarios. Hasta tal punto es así, que en ocasiones habrá que calcular los disparos para que impacten en los enemigos debido a que nos encontramos dentro de una espiral.

La dificultad es alta, pero no imposible, y como buen neoclásico requerirá de vosotros que memoricéis los escenarios, bien por el ataque de los enemigos bien por la aparición de obstáculos. Hyper Void VR trata de ponernos a prueba: nuestros reflejos, nuestra memoria, nuestra habilidad digital para con el mando... Ello hará que debamos comenzar de nuevo muchas de las fases, que muramos en más ocasiones de las que desearíamos.

Un aspecto a mejorar, que hubiera concedido una mayor calidad en el diseño a Hyper Void VR, es el de los jefes finales; en realidad el del número de enemigos. Estos se reducen a prácticamente poco más de una decena. Pero lo peor, sin duda, se lo llevan los jefes finales. Sí, son enfrentamientos que son distintos y en los que debemos utilizar otra estrategia, pero por lo general son poco vistosos -salvo las dos peleas contra el virus, que son espectaculares- y, además, se repiten. Y el asunto denota cierta vaguería por parte de InFramez Technology.

Pero, aun así, créedme cuando os digo que Hyper Void VR es uno de los mejores juegos que existen para realidad virtual. Os trasladará al espacio exterior, a ese vacío hipersónico que le da nombre, a los saltos espacio-temporales... y todo sin salir de casa.