La UE tiene una oportunidad real de hacer que los derechos humanos y la justicia internacional sean centrales en su relación con Marruecos, pero esto significa hablar de la situación en el Sáhara Occidental durante la cumbre de hoy en Granada. No debemos olvidar lo siguiente:
- El conflicto del Sáhara Occidental es una cuestión de descolonización no resuelta, supervisada por las Naciones Unidas a través de la Minurso.
- Marruecos carece de soberanía sobre los territorios saharauis.
- Marruecos se niega a cumplir la normativa internacional, la decisión de la Corte Internacional de Justicia y las directrices jurídicas de las Naciones Unidas sobre las explotaciones de recursos naturales del Sáhara Occidental.
- España y la UE anteponen los intereses económicos al respeto de los derechos humanos y el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui.
- La UE ha iniciado una relación puramente mercantilista con Marruecos, en la que no atiende a la carencias democráticas de este país.
- Los mismos servicios jurídicos de la UE reconocen que el reciente acuerdo pesquero con Marruecos no es correcto, porque en los objetivos de este tipo de acuerdos se suele incluir que la población autóctona debe beneficiarse de ellos, y está claro que en el caso del Sáhara no es así.
- Actualmente hay seis defensores de derechos humanos saharauis (Ahmed Alnasiri, Brahim Dahane, Yahdih Ettarouzi, Saleh Labihi, Rachid Sghir y Ali Salem Tamek) pendientes de un juicio militar, acusados formalmente de menoscabar la seguridad interna y externa de Marruecos.
- Organizaciones como Amnistía Internacional quieren que los dirigentes de la UE presentes en la cumbre aborden la creciente intolerancia que sufren los defensores saharauis de derechos humanos y otras personas partidarias de la libre determinación del Sáhara Occidental, y piden a la UE que solicite a Marruecos la libertad inmediata e incondicional de los seis activistas encarcelados.
La Unión Europea debería aprovechar esta cumbre y sentar un precedente para sus futuras políticas de vecindad negociando un plan de acción con Marruecos en el que los derechos humanos y el acatamiento de las resoluciones de la ONU formen la base de toda relación bilateral.