Hacía años que no iba a un evento de romántica. De hecho, renegaba de ellos y me daban yuyu. Quizás experiencias de vidas pasadas. Hacía siglos que en Madrid no se celebraba un evento de estas características y cuando me enteré de que se haría uno en la capital y me enteré de las personas que lo organizaban, no lo dude.
Personas que conocen el mundo de la literatura (de la romántica), personas que son autoras, lectoras, pero les gusta la romántica, la respetan, la cuidan...No sé, como que sentía buenas vibraciones o sentía que iba a cambiar esa dinámica antigua o esa forma de ver estos eventos y a este género literario.
No me equivocado en absoluto. Creo que para ser el I evento Literaty Romántica ha cumplido con mis expectativas y con creces.
La forma en el que las chicas/os lo han llevado me ha gustado. No estábamos en una verdulería y la educación ha sido exquisita. No se daban gritos, no había pitos y demás (se agradece).
El programa tan ameno y el viaje que hemos hecho tanto lectores/as, bloggers/as, instagramers, autores/as ha sido hacia la misma dirección y todos/as nos llevamos consejos, anécdotas, charlas...
Se han puesto en valor muchas cosas que se habían perdido por el camino de los eventos y es el saber escuchar, prestar atención, pero, sobre todo: Conocer a gente nueva.
Si, antes se formaban grupos, corrillos (siempre habrá), pero he visto más compañerismo, más ganas de conocer a gente nueva y como lectora/bloguera me he sentido en casa. Soy tímida, aunque no lo parezca y en el último evento que fui, pues me sentí como gallina en corral ajeno y he ido con nervios y ansiedad. Me he dicho, ¿Qué locura has hecho? Pues una de esas locuras bonitas que repetiría. La endometriosis me ha rondado todo el día, mi cansancio por el hospital...No obstante, me lo he pasado bomba y es que tengo dar las gracias a todos/as por haberme cuidado y haberos preocupado por mí.
¿Cómo ha sido desvirtualizar a autores/as que hace siglos leo? Pues una experiencia maravillosa. Siempre con el miedo de: Si me ven me mirarán con cara de poker o les saludaré y se me quedarán mirando con cara de ñu y se darán la vuelta...
Puede que otras personas saldrían de esta situación con alguna palabra, gesto o algo, pero yo me quedaría clavada en el sitio. Haber podido desvirtualizar a Calista Sweet, Amy Rialto, Poppy Garcia, Estela Sánchez o Irene Mendoza ha sido una maravilla.
Me he reencontrado con personas que admiro, leo y sigo desde hace siglos como: Mayte Esteban, José de la Rosa, Susana Bielsa...ha sido un lujo y un subidón enorme.
Me ha gustado la función del moderador en las mesas redondas, me lo he pasado muy bien y no se me han hecho para nada pesadas. Me ha encantado el hecho, de que en todas las mesas podían subir muchas autoras/es "sorpresa" y veía la cara de incertidumbre, incredulidad, ilusión y alegría de esos escritores/as que hablaban de su obra, sin habérselo preparado de antemano.
En la primera mesa no ha habido preguntas o están han sido apresuradas, pero no ha sido culpa de nadie, sólo que la gente estaba dormida, seguía en su zona de confort y creo que quería escuchar más que hablar en alto.
Conforme se pasaba la mañana, como que se ha animado la gente y ha habido preguntas divertidas, originales...
Soy detallista y me gustan las pequeñas cosas que marcan la diferencia el I evento Literaty Romántica ha hecho cosas bonitas tales como: Pedirnos nuestras frases favoritas o que nos han marcado, un libro de firmas, el contar con el patrocinador de Yogi Tea...
Creo que en Madrid se había perdido el norte con este evento y se ha vuelto a recuperar. Para ser el primer evento las organizadoras/es se deberían de sentir orgullosas/os, pues los cimientos están puestos y estoy segura que, van a seguir creciendo. La idea del catering y de reunir a todos alrededor de una mesa, creo que ha sido una idea excelente, ya que, entre mesa y mesa, te encontrabas con gente, ibas hablando, intercambiando alguna palabra... Voy a ser sincera: Cuando empezaron a salir nombres de autoras/es que venían y habían confirmado asistencia me abrumé y lo he comentado. Sentía que había estado viviendo en una burbuja, sin salir de mi zona de confort, yendo a los/as autores/as que conocía y en las mesas he descubierto historias que me encantaría leer o autores/as que me encantaría descubrir. Me llevo a casa un listado grande de nuevos nombres, de nuevas experiencias, de nuevas voces... He salido de mi zona de confort volviéndome a subir a una mesa (gracias por contar conmigo). Estaba de los nervios, pero sino es por Calista Sweet y su confianza, ni lo hubiese logrado. Creo que me he metido en mi caparazón por mucho tiempo y este evento ha hecho que saliese a tomar aire, a coger una bocanada y a borrar experiencias malas y pasadas. Mientras regresaba a casa me daba cuenta de algo y es que las mesas se me han hecho demasiado cortas. Recuerdo en otros eventos que, sólo quería salir corriendo o que a los quince o veinte minutos estaba pensando en otras cosas, desconectada, mirando arriba, pero sinceramente, se me han hecho amenas, divertidas y he estado escuchando atenta. Quiero decir que, me hubiese gustado saludar a mucha más gente, hacerme fotos con más autores/as, pero los he perdido de vista, no los he visto, no los he reconocido. Soy Dory, tímida y mala fisionomista, así que perdón si te he mirado y no te he dicho nada, no era mi intención. Llevo casi siete años o más sin aparecer por eventos literarios románticos y perdí la pista a muchos escritores/as, me siento triste por esto. Por lo demás, me siento agotada y feliz. Me he reconciliado con una parte de mí misma. Estoy siendo una cotorra y mezclando muchas cosas, pero necesitaba sacarlo o reventar, Let it go, como diría la canción.
Lo sé, sigo divagando y lo siento, pero sigo soltando lo primero que se me viene por la caótica mente de la que escribe. Me hubiese gustado más mesas tipo speech. Me ha recordado esas speed dates y me ha parecido brillante. Sería genial que los autores se sentasen en sillas y cada dos minutos, pues todos pudiésemos rotar y hablar con ellos, que nos cuenten o preguntarles algo.
Los clubs de lectura de Mercedes Gallego y Tamara Marín ha sido algo novedoso y una forma de unir a la gente que iba al evento, aunque no me he podido quedar hasta el final (endometriosis time), pues gracias a esto, me he comprado el libro de Mercedes, la cual, tenía ganas de leer, pero nunca daba ese primer paso.
El lugar del evento ya lo conocía y se llega bien. La combinación de tren, autobuses y a nivel de restauración está bien. Además, el sitio es amplio, pero hacía un poco de frío (en el auditorio), una tontería, pero ha habido momentos en los que he pensado, me voy a fundir con la butaca (estas eran muy cómodas, pero me moría de frío).
Los sorteos se hacían rápido y no se eternizaban y es de agradecer, ya que todo fluía muy rápido.
Para finalizar y callarme (de una vez) volver a reiterar mi agradecimiento a la organización por haberme dejado subir al escenario y dar mi humilde y loca opinión sobre heroínas y héroes literarios.
Reiterar desde aquí algo importante. No busco dinero, ni quiero que los autores/as que se acerquen para que les lea, les dé una oportunidad me pregunten ¿Cuánto me cobras? De ninguna manera. No es mi manera, ni estilo de hacer las cosas y si lo hago es por amor al arte, porque me gusta la cultura y la literatura (sea del tipo que sea), pues me ha salvado en muchas ocasiones.