Así empezaba el discurso de Martin Luther King en 1963 en Washington, quizás una de las locuciones mas brillantes, también una de las visiones mas clarividentes del camino que se empezaba a recorrer en Estados Unidos por los derechos civiles. Pero ni soy pastor, no tengo un discurso tan brillante, vamos que ni brillante ni nada, yo lo que he tenido es un bastinazo de sueño.
Hacia días, quizás semanas, que no me pasaba por el local. Me extrañó ver las puertas abiertas de par en par. Casi nunca estaban así, la última vez que las vi sin cerrar creo que fue cuando estuvo Pepe aquí. También me pareció raro ver a un grupo de gente muy joven sentados en los escalones que servían de barrera arquitectónica de acceso, bebiendo algo mientras hablaban de cremas y tratamientos faciales. Carmen y Pilar paran su charla sobre la memoria histórica para decirles que no interrumpieran el acceso, a la vez que me guiñaban el ojo, el izquierdo, diciendo pasa, pasa que hoy no cabe ni una aguja aquí.
En el primer espacio, acondicionado como recepción, Marta, Natalia, Ángeles, Marisa, creo distinguir también a Gonzalo y a Luciano, escuchan atentamente a Carlos hablando de no se que proyecto que se quedo pendiente cuando era alcalde.
Algo raro notaba en el ambiente. Seria la luz, seria una exposición de cuadros de un concurso de pintura de la UCA. Seria la puerta abierta, no se, pero había un ambiente mucho mas alegre que la ultima vez que recordaba.
En el primer despacho, el cartel que indicaba "grupo de trabajo de formación" inducía de que hablaban Fran, Paco, José Luis, el otro Paco, el profesor de la UCA, alguien, que no pude distinguir,escribía un guión en una pizarra blanca con un rotulador verde.
En el mismo pasillo, Blanca departía con otro grupo de personas, creo que sobre Fernando Quiñones.
Me despierta los tambores y cornetas de una procesión que se ha perdido por las calles de Cadiz. Andan preguntado como se va a la catedral. Son las 18 horas, en entresueño y camino al estado de consciencia, distingo a Antonia y a Don José que vienen hacia mi, me doy una vuelta intentando recomponer el sueño.....
La procesión suena mas cerca. En este despiertavela. Escribo. No quiero que se me olvide.
Bastinazo de sueño.
Se utiliza normalmente en la expresión ¡Qué bastinazo! queriendo expresar impresión, admiración o sorpresa. Popularmente, si se pregunta a un gaditano qué es un bastinazo, éste responderá: Cuando se agarra el pene con las dos manos, lo que sobra es un bastinazo. Sin embargo, lo más probable es que provenga de la palabra basto, teniendo la expresión un sentido negativo en principio. Aunque en la actualidad, la expresión es usada tanto en sentido negativo como positivo. Ejemplos: ¡Qué bastinazo de canción! ¡Es buenísima! o ¡Qué bastinazo de gente hay en La Caleta! ¡No queda sitio!