La canción que vamos a escuchar hoy fue todo un fenómeno en Estados Unidos en las postrimerías del siglo XX. El single salió en el año 2000, y llegó al número 1 de la lista Billboard, donde se mantuvo cinco semanas consecutivas, para dar luego el salto a la lista Adult Contemporary, que no es solo de country, y convertirse en uno de los pocos temas country-pop que lo consigue.
Se suele considerar la canción de cabecera de Lee Ann Womack, quien la vincula con todo lo que cualquier padre desearía para sus hijos. La letra es una invitación constante a la vida: “Espero que nunca pierdas tu capacidad de asombro, que nunca temas a las montañas en la distancia, que todavía te sientas pequeño cuando estés al lado del océano, siempre que tengas la opción de quedarte sentado o bailar, espero que bailes”. En definitiva, nos pide que no nos dejemos llevar por la abulia.
Se llevó todos los premios habidos y por haber: el de la Asociación de Música Country, el de la Academia de Música Country, el Grammy a la mejor canción country, el de la Asociación de Compositores de Nashville…
He aquí la versión original de Lee Ann Womack con el desaparecido grupo Sons of the Desert, que salió a la venta como single en marzo de 2000 y fue incluida en el álbum I Hope You Dance, en mayo de aquel año.
La del artista irlandés Ronan Keating pertenece a su álbum Ten Years of Hits (2004), y constituyó todo un éxito en el Reino Unido.
La interpretación de Gladys Knight sonó en la película The Family that Preys (2008).
Escuchemos la versión en holandés de Glennis Grace, que lleva por título Dat is Mijn Wens, para su álbum This is My Voice (2012).
La actriz canadiense Michelle Creber la incluyó en su CD Timeless (2012), cuando solo contaba con 13 años de edad.