Revista En Femenino

'I’m cagging on Facebook': Me cago en Facebook

Por Puramariacreatriva

I’M CAGGING ON FACEBOOK!!! (traducción: me cago en facebook!!!)

Acabo de enterarme, al escuchar un programa de radio, de que soy millonaria. No es una alucinación, os lo prometo. Y todo porque tengo una cuenta en FACEBOOK, que, por cierto debe ser la única cuenta del mundo donde ningún mortal se queda de color pimiento, en números rojos, ni una sola vez. En realidad tengo más cuentas que cabellos. No sé cómo me las arreglo, pero cada vez que aparece en mi buzón de correo electrónico una “cosa” de esas que te dice, aunque no hable, aquello de “CANDELA, no dejes pasar esta oportunidad…hazte socia de…encontrarás los mejores chollos y oportunidades de…descárgate de manera gratuita miles de…”

El problema de esas cuentas no son ellas mismas, la verdad, ya que después de darme de alta o logearme (ala, para que veáis que mi nivel es de usuaria avanzada, ea!) no vuelvo a entrar en la vida. El problema no son ELLAS: soy yo y más en concreto el password que la que (sus)cribe elige. No me gusta utilizar siempre el mismo y así ando…inventándome contraseñas que, si se diera el caso de una guerra nuclear o una emergencia económica, la menda se iba a quedar fuera de juego, del bunker y en la ruina, si tuviese que recordar la palabreja que me da acceso, como el ábrete sésamo, al contenido de esos chollazos de páginas virtuales. Pero, claro, es que los que diseñan el sistema de contraseñas y de recuperación y verificación de las mismas deben ser familiares descendientes directos de Einstein porque…mira que hacernos preguntas, que ellos llaman “de seguridad” como: “escriba el nombre de su mascota” (yo ahí siempre escribo scotch britte, que es la mascota que más tiempo pasa entre mis manos y, total, no se alimenta de pienso Purina, que vale un ojo de la cara, sino de traguitos de Fairy al aloe); “teclee el nombre de su pajarito” (si mi Adán se entera de que les cuento a esos ciberdesconocidos con que nombre bauticé a “su/mi pajarito” la primera vez que le vi, desplumado salir “del nido”!); su profesor preferido (y, a ellos ¿quién les ha dicho que yo tuve profesores que me gustasen, eh???)…En fin, que, para colmo, si alguna vez recuerdo una de las password que he usado, la maquinita me dice que “introduzca una password que sea alfanumérica”. Así que, por si con las letras no tenía yo bastante mandanga, le tengo que añadir números y, como he escuchado, por activa y por pasiva, que para evitar el pirateo internautiano, el usuario ha de evitar escribir cifras como el número de dni, su móvil o su código postal, me pongo como una loca a añadir ceros (el único digito que me queda) y luego, si deseo entrar en la paginita en cuestión, me aparece, con la insistencia de un vendedor de enciclopedias, la famosa frase de “nombre de usuario o contraseña incorrectos”.

Ahora que sé que soy más que millonaria, digo yo, ¡qué más da que no recuerde las contraseñas! Tengo una cuenta en FACEBOOK a la que no entro más que de vez en cuando (casi con la frecuencia media con la que las encuestas cuantifican las relaciones sexuales-para-procrear de las focas blancas en la época más fresquita del ártico, o sea, una o dos veces al año) pero de la que recibo, cada día, un montón de notificaciones.

Ya me puedo empeñar en marcar los mensajes-avisos con la estigmática etiqueta de SPAM (que, por si no lo sabíais, son las siglas tras las que se esconden las palabras “Son Palabras que se han de ir  A la Mierda”) que los mensajes no cesan (no sé yo si se les podría denunciar por acoso no-sexual) Cada día hay no sé cuantos “amigos” que escriben en mi muro. Ni sabía que tenía tantos amigos, ni que el dueño del facebook fuese un albañil tan eficiente que estuviera, noche y día, levantando y ampliando un muro para mí donde me dejan mensajes unos 345 amigos que me han brotado, así, como de repente. ¿Será la amistad algo así como la cría del champiñón?

Cuando, milagrosamente, se enciende la lucecita de mi memoria, recuerdo la contraseña y logro entrar a mi “perfil” (digo yo que menos mal que no soy Rossy de Palma, que si no….)  me quedo boquiabierta: tengo “nosécientasmil” notificaciones del tipo: “fulanito ha contestado cien preguntas sobre tu carácter”. Joder, en primer lugar…¿De qué me conoce fulanito? ¿Está fulanito en paro, que tiene unas tres o cuatro horas para contestar cien preguntas sobre mí? y, después, ¿De dónde se ha sacado la idea de que yo quiero que “sepa sobre mí”?.

“Para conocer las respuestas de fulanito sobre ti, pincha aquí y descárgate la aplicación “X”. Me cuesta, la verdad, resistirme a descargar la aplicación esa de las narices, que debe ser una aplicación fisgona, porque me muero de ganas de saber qué no-saben esos amigos brotadores que emanan en los recovecos ciberespaciales. Tengo avisos de Teguacigalpa, Paquistán y hasta del Polo Norte, con fotos de personas que no he visto en mi vida y que me piden amistad. Yo tenía entendido que pedir, pedir, se pide la mano (o el pie, mi podólogo, antes de la operación “sandalitas-pa-candela) o, los ya muy suicidas que quieren ver de una jodida vez “la quinta dimensión alive”, se pide matrimonio, pero ¿la amistad?..

En fin que tengo notitas de “menganita o fulanito te dan un toque, devuélveles tú el toque” Oye..que me muero de rabia porque no siempre me pillan los “tocadores” con el blush en la mejilla y me asusto porque si mi Adán viera tanto intento de toqueteo o, lo que es “más peor”, se dedicara a dar toques él a sus tocables para que yo me chinchase y así consiguiese “tocarme-los”!!!! También me llegan avisos de “Candela, desenvuelve tu galleta china de la suerte y descubre qué depara tu porvenir”. Yo, en pleno ataque a mis caderas, en medio de la operación “cercenen la celulitis”, empeñada en adelgazar para que me quepan los pantalones del verano pasado, y no tener que pasar a “customizar” el tapete de hule que tenemos en la mesa redonda del comedor para hacerme un pseudo-pareo, me cago en ellos porque, en lugar de desenvolver la galleta tentadora, me muero por comérmela y mandar al carajo a las predicciones del futuro. Y ya, cuando alguna de mis amigas o amigos me etiquetan en las fotos, de cuando éramos adolescentes, sin molestarse en photoshopearme el acné o aumentarme los pectorales ,que andaba yo escasa por aquellos times, aunque os parezca poco creíble…pues, entonces, aún con más ímpetu digo eso que voy a decir en inglés, que para eso me hice el curso del “follou me” hace unos años: I’m caggin on facebook.

Aunque hoy, cuando me enterado de que FACEBOOK es una de las empresas más rentable, con mayores beneficios en bolsa y que apenas tiene trabajadores en plantilla, ya que los que nos curramos el enredado ese de la red social, y compramos y mandamos, a portes pagados las putas galletas de la suerte china, y nos “toqueteamos” y contestamos interrogatorios, que ríete tú de la CIA y Guantánamo, sobre nuestros “amigos”…esos currantes somos tú y yo…Sí…los que tenemos una cuenta en facebook, una cuenta con más peligro que la que tenemos, en rojo, en el SANTANDER. Así que, como yo soy parte de su plantilla facebookera…digo yo que si tienen beneficios millonarios…

PUES QUE SOY MILLONARIA!!!

LO HE LOGRADO!!!!

No sé si cerrar el blogg y montarme en el BMW que me pienso comprar, después de alquilar el barco más barco-pijo del mundo y pasar un mes en la isla de la Angelina Jollie…

Ah…y no intentéis localizarme, ahora no me llamo Candela, me voy a anglosajonear el nombre…me llamaré Meri-Candel…ala… GOOD-BYE; voy a escribirles un mensaje (sin galleta) a los dueños del facebook dándoles mi número de cuenta, de la del SANTANDER….

 


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