Seguro que os suena el libro 1001 álbumes que debes escuchar antes de morir. Pues bien, el disco que os traigo hoy aparece en el libro.
Con un fantástico trabajo de Don Rich a la guitarra y el fiddle, fue grabado a finales de 1964 en los estudios de Capitol Records, Hollywood, salió a la venta en 1965, y llegó al número 1 en la lista Billboard de álbumes country. Toma su nombre de una de las mejores canciones de Buck Owens, I’ve Got a Tiger By The Tail, ya escuchada aquí y con la que precisamente se abre el disco.
En 1995, el sello Sundazed lo reeditó en formato CD con dos bonustracks –Act Naturally y This Ol’ Heart– que se añadían a las 12 pistas originales del vinilo y se habían grabado en 1963 en Bakersfield, California.
Trouble and Me es una agradabilísima composición de Harlan Howard en la que dice que “los problemas y yo somos viejos conocidos”.
Al disco pertenece también un clásico entre las baladas western, The Streets of Laredo, que tiene infinidad de versiones y trata sobre un cowboy moribundo que sabe que “ha hecho mal” y, por ello, se resigna a la muerte. Esta es la versión del álbum que canta Doyle Holly, uno de los miembros de Buck Owens and his Buckeroos.
Cryin’ Time es una composición de Owens que Ray Charles haría suya dos años más tarde. Escuchemos el inconfundible estilo del sonido Bakersfield.
Y, ahora, un tema instrumental proveniente de un lejano país, Polonia. A Maiden’s Prayer fue adaptado al western swing por Bob Wills. Aquí podemos comprobar el excelente trabajo al fiddle de Don Rich.
El disco se cierra con una canción original de Chuck Berry, Memphis Tennessee, que cuenta con un gran número de versiones, entre ellas esta de Buck Owens.