I Was Totally Destroying It ha llamado nuestra atención, cosa que ya hizo con sus anteriores trabajos. Pero esta vez ha sido diferente porque el rock y el powerpop ha dejado paso a un pop más sensual, con menos energía pero con la sensación de haber realizado un trabajo más completo.
Prelude viene precedido por el single Fight Fight, donde Rachel Hirsh nos muestra sus dotes de canto junto a un piano, que nos recuerda obligatoriamente a Florence + The Machine.
El disco sigue esta tónica con un cambio de registro donde la melancolía y melodía predomina por encima de todo aunque el rock que nos habían mostrado en sus primeros álbumes sigue patente.
“When chaos comes…”