Era un robo sencillo. Entrar en la casa, la cual parecía estar vacía, llevarse todo lo de valor y salir de la misma tranquilamente.
Pero cual fue la sorpresa del ladrón cuando al entrar en la casa, se encontró con un cadáver colgado, por lo que tuvo que llamar a la Policía. Mientras explicaba entre gritos a la Policía lo sucedido, los vecinos oyeron las voces y al pensar que se trataba de una pelea doméstica llamaron también a la Policía.
El hombre fue puesto en libertad ya que no se presentaron cargos.
Fuente: planetacurioso.com