Iberia forever

El destino quiso cruzar a España y Portugal en octavos, ¿y si fuera la final? Sin ánimo de reivindicar una Iberia unida a lo Saramago, propongo un viaje peninsular sin fronteras en albergues de diseño. ¿El recorrido? Madrid, Sevilla, Lisboa y Oporto. Un viaje para presumir. Porque en España y Portugal los mochileros pueden serlo con estilo.

Madrid=> Empecemos en el nuevo hogar de Cristiano Ronaldo y José Mourinho. Antes de coger el AVE a Sevilla, cerca de la estación de Atocha, y no muy lejos de las fuentes futboleras de Cibeles y Neptuno, se encuentra el Cat’s Hostel. Es un palacio del siglo XVII con patio reconvertido en albergue a dos pasos de Casa Patas, junto al Café Chinitas, el mejor tablao de la capital. Quienes se alojan en este palacete con patio árabe disfrutan de mucho sin grandes caminatas: de baños árabes, de un café en la azotea del Gaudeamus, de cine en versión original en los Ideal o clásico en la Filmoteca, de comida casera en La Sanabresa, de una siesta en el Retiro, del Rastro, de tapas pijas en La Latina, de comida hindú y africana en Lavapiés, de ambiente guiri en Huertas...

Sevilla=> Rumbo a la cuna del Betis, primer equipo andaluz en jugar en Primera División, encontramos otro albergue de primera con piscina, café y té gratis e Internet por la cara, en la céntrica Plaza de la Encarnación. El Oasis Backpackers es un nuevo concepto de hostal chill out. Su filosofía es ofrecer a los mochileros un verdadero hogar, limpio y atractivo, donde preparar su propia comida si les apetece. Hay en Sevilla, Granada y Lisboa. La litera sale a 15€ la noche por persona, y las habitaciones privadas dobles a 50 €. Sirven el desayuno hasta las 11:00 ;)

Lisboa=> El club más laureado de Portugal, el Benfica, es conocido con el poético sobrenombre de El Glorioso, muy apropiado con el carácter soñador de su ciudad. Donde muere el Tajo y nació Pessoa, donde el tiempo parece detenido entre fados y los tranvías son antiguos, abundan los albergues de diseño. Un ejemplo es el Poets Hostel, en el barrio de Chiado. Hace esquina con el café colonial A Brasileira. Su lema “una cama donde dormir, un amigo a quien hablar, un libro que leer” y su decoración intimista invitan a la lectura. Disponen de habitaciones privadas en otro edificio más cercano al Barrio Alto. Son dormitorios bohemios, decorados con azulejos portugueses y nombres sugerentes: Casanova, Florbela, Marguerite y Cesariny. Si te quedas sin reserva y con las ganas en Lisboa, prueba suerte en su filial de Oporto, nuestra próxima parada.

Oporto=> El equipo luso con más trofeos internacionales no es lisboeta, es el Fútbol Club de Oporto. Donde desemboca el Río de oro o Douro tras calmar la sed de Castilla, viven el fútbol con pasión, comen con voracidad sándwiches triples (francesinhas) y no necesitan tranvía, porque tienen el metro más largo de Portugal. Al albergue Andarilho se llega fácilmente en él desde el aeropuerto. Basta con bajarse en la estación de Bolhao y caminar cinco minutos cuesta arriba. El Andarilho tiene 200 metros cuadrados de jardín, barbacoa y cocina completa a disposición de los huéspedes cocinillas que deseen utilizarla, wifi gratis, un salón equipado con ordenadores para que puedas llamar por Skype o usar Messenger para quienes no tengan a mano su portátil. Y además son muy majos. Una vez tuve que anular mi reserva una hora después de haber dejado mis trastos en la habitación, y me devolvieron el dinero sin problemas.