La jaculatoria más eficaz para machacar las mentes españolas utilizada por Podemos, las izquierdas nacionalistas y los sindicatos en combate contra el capitalismo es que todos estamos explotados por las empresas del IBEX 35, índice bursátil medio de las principales compañías nacionales cotizadas.
Dicen que hay que luchar, como en el siglo XIX, contra el capital, que nos roban las plusvalías, el sudor de nuestro trabajo.
Nosotros, pobres, vamos a peor cada día, casi mendigamos y hasta morimos ignorantes y de enfermedades fácilmente curables porque para servir al IBEX 35 el sistema ha reducido los presupuestos para la enseñanza y la sanidad.
Estas jaculatorias, estos mantras se multiplican en los programas en las televisiones que contagian el enfado y la irritación generales al denunciar incansablemente lo malo, modelo La Sexta.
Pero, olvidando mantras y prejuicios: ¿conoce usted a alguien de los que denuncian al IBEX 35 como origen de nuestros males que haya creado solamente un puesto de trabajo, uno solo?
Claro que los accionistas y directivos de esas empresas quieren obtener los máximos beneficios, pero, a la vez, en lugar de comerse a los niños le dan trabajo a cientos de millares de padres, lo que permite alimentarlos.
Que los padres ganen más o menos depende del mercado y de la negociación, como del mercado depende la supervivencia de esas empresas, algunas arruinándose, otras nacidas ayer, como Inditex, que sólo en Galicia da trabajo, directo o inducido a 35.000 personas, y en todo el mundo a 152.854.
Ni esa empresa ni ninguna otra vive de mis impuestos, pero quienes gritan contra el IBEX 35, todos, absolutamente todos, incapaces de crear algo productivo, viven de mi dinero como políticos, o como profesores de cuarta categoría de cualquier mediocre centro de enseñanza.
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SALAS