En abril del 2015 el Ibex35, que cotizaba en los 11.750 puntos, comenzó un descenso que le llevó a los 7.580 puntos en julio del siguiente año donde perdió algo más de un 35%. A partir de ese momento el selectivo español permaneció inestable y sin una dirección definida hasta que en diciembre de ese mismo año rompió la resistencia de los 9.232 puntos poniendo así fin a una etapa de incertidumbre que duró algo más de un año y medio.
Una vez que se produjo la ruptura de la resistencia que coincidió con la señal del Atlas el precio realizó un pullback y a finales de febrero de este año coincidiendo con el paso del RSc Mansfield a zona positiva indicando un paso a mejor mercado se confirmó el pullback catapultando al precio que a principios de mayo alcanzaba los 11.135 puntos.
A finales de abril el precio dibujó un gap que prácticamente ha quedado cerrado un mes después.
A cierre de la semana pasada el Ibex35 cotizaba en los 10.978 puntos y en los 11.750 se encuentra la resistencia a la que debe enfrentarse para volver a cotizar en niveles de precios que no se veían desde el 2009.
Por el momento lo que podemos decir es que se trata de un índice fuerte que deja su destino en manos de la resistencia de los 11.750 puntos.