A Concia Rodríguez,
generosa con la palabra,
generosa con la mirada.
¿Cuándo llega el tiempo de volar?
Crecemos en el apremio
que nos propone ser Ícaros imprudentes,
impacientes de ansiosas victorias.
Y aún no sabemos si los vientos
nos serán favorables...
¿Pero, acaso, importa?

¡Cuántas veces recordó Dédalo el laberinto! ¡Cuántas renegó de sus arquitectas manos que elevaron las paredes del sometimiento! Las mismas que terminaron dando forma alada a un sueño derretido.
Grabados de Concia Rodríguez. El vuelo y la caída de Ícaro
