Revista Cine
Título original: Koroshiya 1 (Ichi the Killer)
Año: 2001
Duración: 129 min.
País: Japón
Director: Takashi Miike
Guión: Sakichi Satô (Basado en el cómic: Hideo Yamamoto)
Música: Seiichi Yamamoto
Fotografía: Hideo Yamamoto
Reparto: Tadanobu Asano, Nao Omori, Shinya Tsukamoto, Paulyn Sun, Susumu Terajima, Shun Sugata, Toru Tezuka, Yoshiki Arizono, Suzuki Matsuo, Sabu (AKA Hiroyuki Tanaka), Jun Kunimura, Yoshiyuki Morishita
La obra maestra más perversa.
Basándose en el manga Koroshiya 1 de Hideo Yamamoto, Miike abrió su mente para regalarnos una obra sublime, la cual marcó un antes y un después en su cine. No queremos pasarnos de listos, muchos antes han opinado lo mismo, es su obra cumbre. Si esto no es cierto como mínimo podemos afirmar que entre su extensa filmografía, Ichi representa un hito. Para afirmar esto nos basamos en su extremismo, no exento de poesía visual, sus personajes con sello de la casa, realmente es una fiesta de locura disfrutable de principio a fin.
Takashi Miike nos muestra todo su potencial en 129 minutos, sin dejarse absolutamente nada, grandes alardes técnicos, violencia extrema, todo ello calculado al milímetro y dándonos un paseo visual muy cercano al infierno. El director hace su trabajo a la perfección pero cuenta con el apoyo de un excelente guión de Sakichi Satô al cual saca todo su jugo. Es tal la perversión de Miike que nos deja un final que no permitirá dormir a más de uno. Para nosotros este final está entre los más impactantes de la historia del cine. La fotografía, curiosamente del mismo autor del manga mencionado antes, es bizarra y nos ayuda a sumergirnos en la orgia de violencia que se nos presenta. Entre las partes más importantes de la cinta destacar el excelente trabajo de maquillaje de Yüichi Matsui, realmente pone los pelos de punta y seguramente acabó exhausto por la cantidad y calidad de las caracterizaciones.
Punto y aparte merecen los actores. Podríamos estar aquí horas hablando de ello, pero para abreviar destacaremos a los siguientes: Tadanobu Asano, el verdadero protagonista del film, en una palabra magistral, compone uno de los personajes con una personalidad más extrema que hayamos podido visionar; el actor y director Shin’ya Tsukamoto, realmente magnifico y que nos regala algunos momentos realmente inolvidables. Los papeles parecen escritos a medida para ellos. Como curiosidad, destacar los papeles femeninos, que cobran la mayor importancia al sufrir los más duros y explícitos castigos, no se esconde nada.
Ichi es un introvertido muchacho al cual le persigue un pasado un tanto tenebroso. Como si de Batman se tratara es una persona de dos caras. Sumamente blando en el trato cercano y la pesadilla de los yakuzas cuando su ira se desata. La venganza y la sangre serán el plato principal del cual comerá. Aunque no está solo. Oscuras fuerzas lo zarandean.
Estamos ante una de las obras del neo-punk más destacables. Para nosotros se coloca en un lugar muy destacado dentro de la historia del cine, una verdadera obra de culto imperecedera. Aún así hay que reconocer que no es de fácil digestión para todos los públicos. Obligada visión para todo amante del cine de terror y, nos atrevemos a decir, del cine en general. Masterpiece, sin duda.
Firma: Korean Bros.