Revista Religión
Manuel Jesús Naranjo Ortiz, un incipiente artista cantillanero, no podía dejar de plasmar con sus pinceles la peregrina imagen de la Divina Pastora, cuya devoción ya tres veces centenaria la convierte en el principal símbolo y referente de la localidad, por lo que también es imprescindible en la obra de cualquier artista que se precie nacido en este pueblo de la vega del Guadalquivir, así este joven pintor por varias veces ha plasmado la imagen cantillanera.
La obra que hoy traemos a la sección de iconografía de la Pastora de Cantillana, es una preciosa acuarela que recoge un primer plano de la Reina de Cantillana sin ninguna de las joyas con las que habitualmente se engalana, y que destaca por el gran parecido y lo conseguido de los gráficos que identifican el peculiar semblante de la Virgen.