Revista Cine
Polonia, 1960. Anna (Agata Trzebuchowska), una novicia huérfana que está a punto de hacerse monja, descubre que tiene un pariente vivo: una tía materna que no quiso hacerse cargo de ella de niña. La madre superiora obliga a Anna a visitarla antes de tomar los hábitos. Descubre que su verdadero nombre es Ida Lebenstein, que es judía y que el trágico destino de su familia se remonta a la terrible época de la ocupación nazi.
Si algo aprecio de los Oscar es este premio, el de película de habla no inglesa. Permite que se puedan promocionar obras como ésta. Y además coincido mucho más en gustos con esta categoría.
A Ida le tenía muchas ganas, y unas expectativas muy altas. Sólo tenía excelentes referencias, y eso, a veces., da un poco de vértigo.
La historia es de las que te golpea en pleno estómago. Dos personas separadas por la vida. Una chica joven aislada del mundo entre los muros del convento. Su tía, desencantada, al borde del abismo. Ambas, en un principio, no sienten ni el más mínimo vínculo.
Emprenden juntas un viaje de descubrimiento personal y familiar. El dolor se va apoderando de ellas. El pasado, los rencores, la guerra….
Las dos actrices están soberbias. El blanco y negro rotundo y espectacular. Esa cámara como testigo inmóvil del sufrimiento. Una maravilla.
Director Pawel Pawlikowski. Guión Pawel Pawlikowski, Rebecca Lenkiewicz. Música Kristian Selin Eidnes Andersen. Fotografía Lukasz Zal, Ryszard Lenczewski (B/N). Reparto Agata Kulesza, Agata Trzebuchowska, Joanna Kulig, Dawid Ogrodnik, Jerzy Trela,Adam Szyszkowski, Artur Janusiak, Halina Skoczynska, Mariusz Jakus.Polonia 2013, 80 min. Premios Oscar: Mejor película de habla no inglesa. 5 Premios del Cine Europeo, incluyendo mejor película, director y guión. BAFTA: Mejor película de habla no inglesa. Goya: Mejor película europea