El tema de la película que nos ocupa no es nada simple; si a esto añadimos el blanco y negro en que está rodada y su país de procedencia, Polonia, el nivel de accesibilidad para el espectador medio puede ser , cuanto menos, cuestionable. No obstante, desde aquí y con la máxima humildad, quiero romper una lanza a favor de ‘Ida’, una obra cuidada y profunda que no busca dar respuestas sino plantear constantes cuestiones.

El film narra la historia de una joven novicia apunto de jurar sus votos como monja de clausura; antes de ello, se enmarca en la búsqueda de su pasado al lado de su tía y única familiar con vida. Este podría ser un válido resumen para poner sobre la pista. Sí, el holocausto está de fondo, pero este no es el tema; tampoco lo es la Polonia comunista y sus miserias. La película es un retrato milimetrado de las irregularidades, aristas y deformidades de la fe de cada persona. Es un retrato tan preciso que la ausencia de palabras es proporcional a la sugerencia de los ojos de Ida, que busca a dios en cada rincón derruido de su pasado, en cada idea sobre su futuro.
Pawel Pawliwkowski dirige con absoluto control y estilo esta compleja obra cuyas reminiscencias a nombres como Ingmar Bergman o el Kieslowski más íntimo, son inevitables. Técnicamente es simplemente deslumbrante. Sería imposible no hacer referencia a la sobresaliente fotografía, más si cabe por el hecho de ser una película en blanco y negro; además las dos mujeres protagonistas Agata Kulesza y Agata Trzebuchowska, terminan de coronar la hora y media que dura el metraje gracias a unas interpretaciones como mínimo a la altura de la historia. Todo esto ha causado el reconocimiento por distintos lugares del mundo en forma de premios diversos pero no voy a pararme aquí para hacer hincapié en lo recomendable del film.
El cinéfilo quisquilloso podría incluso criticar ese perfeccionismo y pulcritud. Sin embargo, creo que ese tratamiento frío y distante no es sólo una muestra del virtuosismo del director. Esta pureza medida busca mostrar el espectáculo volátil y medidamente descarnado de los límites de la moral y la fe. Soy consciente que esta breve reseña puede tirar para atrás dada la seriedad del asunto. Aun así, espectador exigente, si eres de los que disfruta con la típica ‘película europea’, estoy seguro que ‘Ida’ te satisfará. Conmigo lo consiguió.
&appId;