Cenando con un amigo ayer por la noche, estuvimos hablando de mi fiesta de cumpleaños este año. Normalmente no celebro mis cumpleaños (¡por falta de tiempo! Ya sabes, en casa de herrero…), pero este año es muy especial. El día 12 del mes 12 del año 2012, cumplo…48!! Y 4+8 son…. 12!! Esto hay que celebrarlo.
Bueno, volviendo al debate sobre cómo va a ser mi fiesta, yo comenté que quería una fiesta de cóctel con una barra temática. Mi amigo insistió que no, para algo tan especial tiene que ser una cena. Yo contesté que no quería una cena porque quiero que todo el mundo habla con todo el mundo. En respuesta, mi amigo me contó una tendencia que no conocía, y que me parece divertido, si vas a hacer una fiesta-cena.
La clave es la siguiente: entre cada plato, los hombres se levantan y cambian de sitio, a cuatro plazas a su izquierda. O derecha, imagino que da igual. Al principio pensé que esto sólo podría funcionar si primero sientas a los invitados en plan chico-chica (que me parece un poco anticuado). Pero luego me di cuenta que no, se trata de mezclar y de cambiar, da igual si al final hombres y/o chicas acaban sentando juntos. Se trata de conocer a gente nueva, y es cierto que es más fácil tener una conversacion profunda e interesante en la intimidad de una mesa bien puesta.
¿Te ocurren algunas variaciones sobre esta idea? Por ejemplo, en vez de que todos los hombres se levantan, tiene que ser todos que llevan algo rojo… O todos que no llevan reloj…