Revista Música
Confiar, perder la fe , volver a recuperarla, perderla otra vez, despertar una mañana soñando con una noche de verano, con lo que nunca conseguirás porque todo lo que te han contado es mentira porque lo que anhelabas no era más que un espejismo, una imagen idealizada que sólo existía en tu cabeza pero que te negabas a abandonar como el náufrago que se aferra al mástil de un barco que se está hundiendo. Una pérdida en muchos sentidos, pero la única manera que teníamos de traspasar el cristal era rompiéndolo.