Hay quien sobre un traje no concibe otra cosa que no sea un abrigo clásico tipo Polo Coat, Cover Coat, Chesterfield o British Warm. Sin embargo, hay quien tampoco concibe la corbata sin el traje y no por ello le hacemos el menor caso en SinAbrochar.
La moda, en su significado más amplio y universal, no ha hecho más que pendular de un sitio a otro dando como resultado una constante disputa entre la corrección y el fiasco. Lo que antes era de origen militar con el paso de los años pasa a ser la mayor de las formalidades, o lo que antes era inconcebible ahora es recomendable.
Por ejemplo, el Polo Coat que comentábamos antes, es considerado por muchos un abrigo imprescindible en todo caballero que se precie. Sin embargo, se hizo famoso por su utilización en los años 20 por los jugadores de polo. Caracterizado por su configuración cruzada, sus grandes bolsillos y su paño originalmente de pelo de camello. Fue popularizado por Brooks Brothers.
El British Warm tiene un claro origen militar y debe su nombre a la gran capacidad de abrigo por estar confeccionado generalmente con lana Melton.
Bajo estas líneas se lo vemos llevar al Príncipe Carlos de Inglaterra en su juventud.
El Cover Coat, muy similar al Chesterfield de una sola hilera de botones, diferenciados entre sí por el tipo de paño usado. Es también de origen informal. Concretamente era concebido como un abrigo para montar y cazar. Prueba de su aire sport la encontramos en sus cuatro costuras paralelas en puños y bajo, llamadas railroading.
Tras estos ejemplos, y remitiéndonos a la imagen principal de este artículo, he de decir que no nos debería resultar chocante ver combinaciones de chaquetas enceradas -conocidas comunmente como Barbour-, Ridin Macs o Derby Tweed Coats con looks de chaqueta y corbata. (Las tres prendas exteriores que podemos ver en la primera imagen de este reportaje).
Ya véis que el hombre tiene muchas más opciones para abrigarse de lo que pueda parecer. Y eso que nos hemos dejado en el tintero prendas como el Husky, la Trenca, la Gabardina, el Abrigo Tirolés, el Crombie Coat y un largo etcétera.
Recordad que en la variedad está el gusto y que para saltarse las reglas hay que conocerlas. Investiga, repasa la historia y pilla ideas del pasado porque ahí estará el futuro.