Continuamos nuestro post anterior sobre decoración low-cost para Navidad, dirigida a pequeños comercios. En esta ocasión nos centramos en ser originales, sin reparar en el presupuesto.
No podemos negar que nos gusta pasear por las calles en Navidad y mirar (y admirar) los escaparates. La inmediatez de los teléfonos móviles con cámara incorporada hace que muchos transeúntes aprovechen para tomar una foto de los escaparates más llamativos y las compartan en las redes sociales. No nos engañemos, eso es difusión de nuestra tienda y es marketing “boca a oreja.”
Unos rollos de reluciente papel de envolver, en tonos dorados, plateados o cobrizos, puede ser la inspiración para un escaparate navideño tan elegante como este:
Unos muñecos y una ambientación vintage ayudan también a llevar a nuestra tienda un aire de nostalgia, tan propio de las fechas navideñas.
Autor de la imagen: Dicktay2000 (Richard Taylor) en Flickr.
Los juguetes son un clásico de las fiestas navideñas y su presencia en los escaparates será siempre bienvenida.
Autor de la foto: Jack Hoying
También en la senda tradicional, los pesebres navideños son un clásico del escaparatismo catalán. La gran mayoría de catalanes han montado un pesebre en casa cuando eran niños (y lo siguen haciendo si son padres), de modo que estos “displays” siguen atrayendo el interés y la ilusión de quienes recorren las calles.
En la otra cara de la moneda, el lujo extremo es también un cebo para cierto público navideño. Tomamos como ejemplo este escaparate de Harrod’s, que viste a los maniquíes para una fiesta (¿Fin de Año?) y los reúne alrededor de una suntuosa mesa.
La decoración se inscribe en la tendencia de marketing llamada ”storytelling”, que como el nombre indica consiste en contarnos una historia, o dejarnos entrever algo de ella.
También en el segmento del lujo podemos englobar esta propuesta de escaparate para joyería o complementos, con una mesa adecuadamente iluminada.
Acabamos con otro clásico: los Reyes Magos, su paje o Papá Noel nunca fallan a la hora de alegrar un escaparate y provocar que grandes y pequeños detengan su paso. En caso de duda, son una buena solución para animar nuestro escaparate navideño.
Y ponemos un punto de humor sobre lo que NO SE DEBE HACER en un escaparate: torpedear el espíritu navideño. Las fotos con el móvil las tendremos garantizadas y a raudales, pero hay temas con los que no merece la pena arriesgarse a críticas que pueden ser muy dañinas. Todos sabemos cuáles son: sátira de las tradiciones, religión, guerra de sexos, lucha de clases, ideas políticas, identidad sexual, xenofobia… Totalmente vedados en un escaparate.