He aquí una minúscula aportación para estos indignados, a los que apoyo plenamente, aunque me preocupa ver un cierto aire cándido. Acabo de ver las noticias de hoy. Entrevistaban a uno de ellos. Y repetía lo que ya figura en su programa: el derecho al trabajo. «Queremos trabajo», dicen.Pero el trabajo surge, en nuestro sistema que pierde agua por los cuatro costados, en el momento en que alguien pone dinero y esfuerzo. Crea una empresa. Y en esa empresa, cuyo sagrado objetivo es ganar todo el dinero que se pueda, se contratan trabajadores para que con su trabajo se cree una plusvalía, lo que gana la empresa. En el cine, funciona igual. Y todo lo demás, excelencia, bien social, socialización, al lado de las ganacias o pérdidas, son paparruchas.
En el contexto como el actual faltan empresas y empresarios. No trabajadores, que es el bien en abundancia. Los empresarios no crean empresas porque creen que no van a ganar dinero. Los productores no hacen películas porque creen que no van a ganar dinero.
¿Qué hacer? ¿Qué hacer? Montar empresas. Y, de los modelos que conozco, el más justo me parece la coopertiva. En Catalunya hay tradición, sobre todo en el campo, pero también las hay industriales y de servicios. ¡Y algunas funcionan! Y desde hace años.Cooperativas. Cada trabajador es a la vez empresario y currante. Cada uno es responsable y gana cuando todos ganan y viceversa. Claro, para empezar hay que o poner dinero o poner tiempo. Pero es mejor poner las dos a la vez.
¿Quién empieza?