Ideas y trucos para que duerman a pierna suelta

Curiosamente las nanas y canciones de cuna siguen funcionando cuando los más chiquititos lloran y no se pueden dormir. Lo que ocurre es que ya muchos padres no recuerdan las que sus progenitores, cuando ya tenían años para atender y entender, les volvían a canturrear para que no las olvidasen. Pero, aparte del siempre beneficioso beso nocturno, hay otros métodos que funcionan para que los bebés y sus hermanos mayores concilien el sueño. Algunas son ideas de siempre, pero renovadas, y otras nos las ofrecen las nuevas tecnologías. Y no nos referimos a videojuegos o películas infantiles; el ordenador de los más mayorcitos debe de estar apagado y sus móviles en otra habitación, ya que sus luces y mensajes inesperados puede que distorsionen el sueño.

Música relajante para los bebés

Los niños de 3 meses a 12 meses duermen al día de 14 a 15 horas. De ellas, de 10 a 11 horas son nocturnas. Aunque sean muy chiquitines, está más que comprobado que la música relajante tiene un efecto muy positivo en ellos, y no solo en el sueño. Hay cd's y audios para descargar de las tradicionales nanas, pero os recomendamos otras apuestas seguras para que caigan en los brazos de Morfeo. Por ejemplo, 30 Relajantes Olas del Mar, con sonidos calmantes de la naturaleza. Se puede descargar a través de YouTube, escuchar durante 30 días de manera gratuita y luego descargarlo definitivamente por unos 7 euros.

Otra buena y demostradísima propuesta con beneficios es la música clásica. El Efecto Mozart-Dulces Sueños se vende por cerca de 19 euros (lo podéis encontrar en diferentes establecimientos) en cd. Eso sí, os recordamos que para que duerman bien el dispositivo no debe estar al lado de la cuna. Mucho éxito cosecha la Canción de Cuna de Johannes Brahms (música relajante para dormir bebés y niños con flauta Mozart). El cd de audio se puede adquirir por unos 14 euros.

Además de la música, las luces quitamiedos y las lámparas de noche con sonidos relajantes (indicadas para bebés de más de 5 meses) son otra buena ayuda. En Amazon podréis encontrar una agradable Nube azul de luz quitamiedos por solo 12,99 euros. Y en El Corte Inglés un búho de peluche portátil con diez canciones populares y música para el confort de los chiquitines. Se acompaña de un proyector de estrellas para las paredes de su habitación con luz LED y cuesta 34,94 euros.

Cuando dan sus primeros pasos: audiocuentos y relatos de siempre

Otra fantástica idea. Es bueno que, cuando se acuesten y después de arroparlos, os quedéis un ratito con ellos y les leáis un cuento. Pero vuestra compañía -lo mejor, sin duda- se puede alternar con otra propuesta; si todavía no leen, los audiocuentos son una estupenda idea (pueden utilizar auriculares para escucharlos). Hay cientos. Los clásicos están bien -todos los hemos escuchado, leído y releído-, pero a veces los personajes 'malos' que habitan en ellos pueden provocar pesadillas. Por ese motivo, os recomendamos, por ejemplo, Los músicos de Bremen, de los hermanos Grimm, El sueño de una noche de verano, de William Shakespeare, o los que están protagonizados por animales y tienen una orientación y mensajes positivos, que, inconscientemente, les llegarán. Podéis descargar muchos, pero también encontrarlos a la venta en diferentes establecimientos.

Recordad -ya lo sabréis- que, aunque no tengan sueño, lo importante es que se acuesten siempre a la misma hora y, tumbados, se sientan relajados hasta que llegue el sueño.

A partir de los 6 años: ejercicio y buenos hábitos alimentarios

Es importantísimo que desde esta edad sigan leyendo cuentos, como las adaptaciones para esa franja de edad de Peter Pan o Alicia en el País de las Maravillas, porque potenciarán su imaginación. Pero a partir de los 5-6 años los peques duermen por la noche entre 8 y 9 horas y para que éstas sean provechosas y se levanten bien es básico el ejercicio (y no solo el del cole). Bailar con ellos por la tarde es algo que os beneficiará a todos. Ya hemos recomendado espectáculos de Cantajuego, pero sus dvd's son una divertida propuesta para moverse al ritmo que les gusta y en familia; se agotarán. También hay otras propuestas como las de zumba (suave) para niños.

Otro básico, y muy importante, es la alimentación. Aunque el exceso de proteínas no es bueno, los niños deben consumirlas en dosis algo más altas. Los frutos secos, las espinacas y el pollo son estupendos inductores del sueño. También el magnesio (legumbres, acelgas, guisantes...), que evitarán estados de nerviosismo y, además, les protegerán de contracturas musculares. Por último, hay que destacar los hidratos de carbono de absorción lenta, especialmente en la cena. Están en las patatas, en la pasta -que tanto les suele gustar-, en el arroz o el pan. Los refrescos o algunos dulces caseros se deben tomar (sin abusar) al menos 4 horas antes de acostarse.

Esperamos que con estas ideas duerman como angelitos, ellos y vosotros.