En España, las asociaciones de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, han reclamado una categoría similar en la que se encuadren aquellas personas que no se sienten cómodas con ninguna de las dos identidades sexuales conocidas.
Tal vez la igualdad empiece por no ser clasificados en identidades sexuales. Entender que todos somos personas, que todos, indiferentemente de su identidad sexual somos iguales y que dicha condición debería dejar de ser objeto de debate.
Sin duda la lucha por los derechos nos lleva a situaciones jamás pensadas o imaginadas. Debemos estar abiertos a nuevas definiciones, y experiencias vitales, que nos den una visión más abierta de lo que es la realidad. Lo cual supondrá un problema para la Ministra de igualdad, que tras demostrar su inventiva lingüística con la expresión "miembras", deberá hacer de nuevo gala de su "inteligencia e inventiva" para definir a aquellos que adopten una identidad neutra y que deberán ser tenidos en cuenta en su oratoria parlamentaria. También será muy divertido escuchar a la Iglesia ante tal situación.
Y es que no cabe duda de que la realidad supera con creces a la ficción.