Después de aquella noche Emilia no cesó de hacer preguntas. Y de noche bien sabe que desde los ojos me empieza a bajar eso que recorre todo mi cuerpo y que sólo arranca un bostezo. Hay noches diferentes y preguntas que mutilan. Hoy no la-me soporto.
Si lo sabrá Asimov que se interrogaba así con mov y miento ¿Cómo contestarles que no lo sé? Cuando me acuesto, la cantidad de ideas que me bullen en el cerebro me impiden el sueño. Cuando me afeito, me corto; cuando hablo, pierdo el hilo de lo que digo y cuando conduzco, arriesgo la vida. Y siempre, siempre a causa de las ideas, situaciones y diálogos que se entretejen y se agitan en mi cerebro. No sabría decirle de dónde saco mis ideas. En cambio, tal vez me pueda decir usted de qué truco se vale para no tenerlas. Tal vez así conseguiré por fin un poco de paz..."
La que miente sos vos. Son tantas tus preguntas Emilia que no hay idea que alcance a darme paz Asimoviana. Si vos no fueras la que decís ser entenderías que hoy me hicieron la peor de las preguntas. Y yo qué tengo que ver Emilia.. Emilia Emilia Emilia lo repito para no decir andatealaputaqueteparió.
Me preguntaron por vos y al mismo tiempo presumían de saber, y no se esmeraron en ocultar ningún detalle. Podrías preocuparte un poco más, a la que van a joder es a vos y no a mí.
Ellos te vieron salir esa noche del cuarto de Ramiro el día anterior a que encontraran su cuerpo colgando de la bañera. Saben que él no era trigo limpio.
En cada silencio de Emilia yo trataba de recordar u olvidar a Ramiro. Lo veía afeitándose y a mi me pasa lo mismo que a Asimov, pierdo el hilo de lo que digo y arriesgo la vida cuando conduzco. Y no por sueño, por distracción, una distracción llena de ideas prestadas.
El era uno de los tantos manipuladores que dejan caer la cabeza desvalida sobre el hombro de las amigas. Sus confidencias llegaron a atormentarme. Era tan alegre que sin darme cuenta me hice cómplice de lo que creía mentiras de cabrón.Él le disparó al que lo liquidó en la bañera. Tu caritadeangelitosonriente resulto ser lo que yo siempre te dije. Un cabrón.
De noche no tengo que imaginar que hablo y mucho menos que dialogo. Tengo el cerebro agitado y el corazón que casi no bombea. En frente la pared que me mira amarilla y todo se enmaraña a punto tal de no saber si todo esto que ocurre no es más que una simple distracción por no haber sacado el tapón de la bañera o algo que nunca sabré. Ni Emilia ni yo dormiremos esta noche por miedo a eso que sucede cuando uno nombra a la muerte.Nombrarla aleja mi deseo y no alcanzo a recordar lo que te hacía la almohada en el pelo.De qué truco te vales Emilia para tener ideas, de ésta te aseguro que ni Asimov te salva. Sos mi peor pesadilla y no me levantaré para escribirla.