La última página de La Vanguardia del miércoles 2, publica una entrevista a un tal José Castelló, barcelonés del Clot, que me provocó al leerla la misma reacción que si hubiese leído un buen articulo humorístico. Hace tiempo bauticé dicha página como el rincón de los freaks, sobre todo cuando el entrevistador es Víctor Amela, y en esta ocasión se ha superado.
El tal Castelló mantiene que tiene la clave y el sistema para poderse jubilar a los 38 años de edad, como hizo él, y desde entonces viaja por todo el mundo y hace lo que le apetece. Uno puede pensar que si a sus 40 años actuales realmente vive felizmente jubilado y relajado en países lejanos de los que difícilmente recibimos noticias, a menos que sean desastres, ¿Cómo es que ha llegado a la página de los freaks de La Vanguardia?, pero todo tiene su explicación.
Aunque parezca increíble el elaboradísimo y muy complejo sistema Castelló consiste en ganar mucho dinero de entrada al empezar a trabajar, que por supuesto no se consigue trabajando a sueldo sino planteando mejoras en empresas a cambio de parte de los beneficios que se consiguen con ellas, aunque no explica cómo se calculan y reparten esos beneficios. Una vez alcanzada una cifra calculada de antemano, uno se puede jubilar a base de vivir en países donde el nivel de vida y en consecuencia los precios son mucho más bajos que en Europa. Listo, claro y simple ¿verdad?…. y vivieron felices y comieron perdices.
Listo el Sr. Castelló lo es y mucho, porque en la misma entrevista explica que publica libros sobre su sistema y asesora a particulares y empresas sobre sus métodos de vida y gestión. De los libros y el asesoramiento se debe encargar su ángel de la guarda para que pueda seguir siendo cierto que vive sin trabajar y haciendo lo que le viene en gana.
Los idiotas, y mucho, de esta historia son los que compran sus libros o piden su asesoramiento. Para que tengáis una idea del nivel de compleja elaboración de sus métodos, reproduzco a continuación una de las frases que suelta para explicar el tipo de mejoras que ofrecía a empresas cuando estaba en la fase de ganar dinero, y que ahora explica a sus asesorados: “Dirige tu empresa desde abajo, es decir ¡actúa para que gane más dinero!. Si ves algo que va mal, búscale solución. Y ascenderás”. Yo no lo sabía, pero conozco un método infalible para ganar dinero, que quizás podría vender: “Asegúrate de que los ingresos sean siempre muy superiores a los gastos”. ¡Soy un genio!, y si es así, ¿Cómo es que no me pude jubilar hasta los 60 y tantos?, ah claro, es que no he aplicado el método Castelló correctamente, bueno, de hecho nunca lo he aplicado.
Siempre he sido sumamente escéptico con los asesores externos, excepto claro está con los que están justificados y se refieren a temas muy concretos como los legales, laborales, fiscales, ingeniería etc., pero siempre he pensado que el asesor del tipo generalista cuya función es supervisar y mejorar la empresa desde un punto de vista muy general siempre acaba ganando mucho más dinero que la empresa o el particular a quien asesora porque el valor de lo que aporta está muy por debajo de lo que cobra, eso cuando no consigue ingresos adicionales vendiendo o jugando con la información que obtiene de la empresa, método del que he conocido más de un caso.
Hace unos años vi una película del 2006 con un argumento muy divertido e interesante, desaprovechado por un director que no supo sacarle todo el jugo. Explica la historia de un tipo que tiene un accidente en New York y todo y que no está grave lo llevan al hospital, donde comenten un error y en vez de curarlo lo congelan. Al cabo de 5 siglos se descongela y resulta que la humanidad está formada por individuos totalmente idiotas que entre muchas otras cosas pasan hambre debido a que las cosechas son muy pobres porque en la agricultura recogen el agua de lluvia que vierten a ríos y mares y en cambio riegan con bebidas energéticas como Red Bull porque dicen que el agua sale del wáter y por lo tanto es perjudicial. El tipo acaba siendo el líder mundial de más prestigio en todo el mundo. Últimamente pienso con mucha frecuencia que es muy probable que “Idiocracy” acabe siendo una de esas películas de ciencia ficción que acaban convirtiéndose en realidad.
Las idioteces no cesan. ¿Creéis que puede haber alguien lo suficientemente idiota como para plantear una moción de censura a los gestores de una institución cuyos resultados son excelentes después de haber sorteado un montón de desgraciados y fortuitos obstáculos?. Pues en el Barça los hay, y encima presentan la moción de censura sin haber hecho ni mínimamente los deberes porque creían que con recoger firmas de un 5% de la masa social era suficiente, cuando no hace mucho la Generalitat estableció una regla uniforme para todas las asociaciones deportivas y ha fijado el porcentaje en el 15%. Mayor asnada imposible. A veces pienso que algunos culés, que afortunadamente no son mayoría pero si demasiados, cuando entraban en las oficinas del club para hacerse socios se dieron un fuerte golpe en la cabeza con el dintel de alguna puerta y están así desde entonces.