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Ifá Today Corre peligro la fe en manos del negocio

Publicado el 11 agosto 2021 por Arabambi
Ifá Today Corre peligro la fe en manos del negocio
Autor: Centauro Saher Awó ni orumilaIworiOgundá@asheifaoro @puebloyoruba
Recientemente en una conversación vía Whatsaap con una querida amiga que conoce mi condición de sacerdote de Ifá y adorador de Orisha, me contaba en tono de noticia que había descubierto un Mazo de Cartas alusivo a los Santos. Ante esta novedad, mi reacción fue de total sorpresa, ya que desconozco la existencia de ese tipo de material,y aunque ya sé, que en este mundo cualquier cosa es objeto de comercio, no me esperaba que imprimieran barajitas seriadas con imágenes antropomórficas con los nombres de Shangó, Yemayá, Oyá, etc. y los vendieran como un nuevo oráculo para consultar neófitos.
Mi amiga dio con estas cartas porque  ella ha incursionado desde hace algunos años en el mundo del Tarot, y esas nuevas tendencias del ser espiritual desde la Buena Vibra, hacer ejercicios, comer sano y el yoga en los parques; entre otras cosas que la gente busca como alternativa a las religiones y la crisis de fe, y también, como un aliciente ante la avasallante realidad que supone ya, esta primera veintena del siglo. 
Aunado a su comentario, y de manera inmediata, me comparte una suerte de “manual” de las cartas de Orisha,con la recomendación de que lo revise pues,me puede servir para ir practicando en caso de que quiera usarlas, e incorporarlas como una nueva herramienta a mi oficio en el sacerdocio. Ante ese planteamiento y con el mejor talante, me dispuse a responder a su sugerencia emanada de su buena intención, y por supuesto, de su desconocimiento de la fe Yoruba y el culto a Orisha.
Expliqué a mi amiga que ya Orisha tiene sus propios oráculos a través de los cuales se manifiesta de manera efectiva, reconocidos y avalados por los sacerdotes y sacerdotisasYoruba, tanto de África como en América, todos provenientes de un antiguo y extenso linaje. Son herramientas sostenidas, comprobadas y avaladas en un corpus litúrgico y profético, que expresado en doscientos cincuenta y seis Odu para el caso del Ifá, y ciento cuarenta y cuatro en el Dilogun* y 5 caídas para el Obi, completan los oráculos del sistema de adivinación que posee la religión Yoruba y la regla de Osha/Ifá en áfrica y Occidente. Expliqué también, de modo básico y epidérmico, que cada oráculo tiene una razón energética y simbólica de uso para Orisha, que emana de un Odu o signo, pues, son elementos que provienen de una fuente pura que es en sí misma la esencia de Orisha: el Adelé proviene de la palma sagrada, otro tanto sucede con el Obi, el Caracol y el Ekuele a base de corteza de coco o nuez de kola; todo proviene de una fuente vital, y nuestros ancestros fueron instruidos por la inspiración de Orisha para dar uso a esos elementos. 
*Hago este necesario paréntesis para aclarar que esto de la cantidad de signos del Dilogun, tiene una apreciación diferente para quienes sostienen que son la misma cantidad que en el oráculo de Ifá y son los mismos signos, ya quea su juicio, es la palabra de Olodumare la inspiración manifiesta en cada consulta y es el mismo vaticinio para sus hijos independientemente del oráculo utilizado para consultar y el mensajero de su profecía, sea Orumila o Elegua; por supuesto, hay detractores de esa idea, debates y puntos de vista, pero esto no es concerniente -por el momento- al tema que estoy tratando en estas líneas.
Continuando en la conversación que sostuve con mi amiga, aclaré que esta posición frente a los atributos de Orisha  no tiene que ver con una razón epocal, es decir, que tal vez, pudiera alguien en el presente decir que los oráculos que conocemos ya son instrumentos obsoletos y que es necesario y justo buscar nuevas “herramientas”, propias de esta Era y más sofisticadas para comunicarnos con Orisha. En lo personal NO discutiría con nadie esa disposición “evolutiva” (¿?),más que por evitar confrontaciones, lo haría para preservar lo que significa el valor incalculable del tiempo ante temas poco edificantes, y lo más importante, porque sé que sencillamente:si no es un elemento natural, Orisha allí no tiene presencia.Los atributos destinados para representar a Orisha son irremplazables por el ser humano, no hay creación artificial que pueda ser cónsona con la energía espiritual y vitalidad de Orisha, todo artículo, artilugio o material destinado a Orisha es considerado sagrado, por tanto tiene un proceso de consagración litúrgico de purificación y adecuación para que puedan estos servir a la espiritualidad que rige esos objetos y/o elementos provenientes de la naturaleza.  Es alarmante saber que este tipo de tergiversaciones existen, se extienden y calan en la gente; y lo peor, es que hayan inescrupulosos con consagraciones en el culto a Orisha que dan crédito a que exista un Tarot o un Horóscopo de Orishas, como si se tratara de un biombo de la fortuna, en la que se le pueden ir sacando papelitos del destino a la gente de forma generalizada con solo mirar una carta con un Ogun impreso en ella, o lo que alguien con ética cuestionable considera que es el mensaje de Orisha para los “signos agua” de su patético horóscopo, vendiendo la idea que los designios de Oloddumare vienen en talla única y le queda por igual a todo el mundo. 
Bastante difícil es tratar de mantener la práctica de una religión acechada por inquisidores perseguidores de la pluralidad y la sabiduría ancestral; resguardar con transparencia y ética el legado histórico de nuestros mayores, como para además, tener que dar la batalla para que el mundo no sea engañado con inventos de lo que no es Orisha. Oshun no se manifiesta en una piscina, una turbina no es la morada de Afefé, así como tampoco Ifá o Eleguá jamás hablarán a través de un cartón impreso en una fábrica en china.
Sabemos que la comercialización está ligada al dinero, este a lo material tangible, y todo eso en un conjunto al apego y a la incesante búsqueda de la acumulación que causa la avaricia. Esto abre una honda e irredimible distancia entre una vida de apostolado a la fe, a la elevación espiritual y al desapego material; las tiendas y comercios destinados a artículos para religiosos establecen el cómo y el cuánto debe costar el tener una creencia; en el caso de los Yorubas en Venezuela, las “Botánicas” son una peligrosa distorsión que exhibe e impone modas, costos, formas ycódigos que hacen que una sopera o una herramienta fabricada en serie, sea más importante que el fundamento natural o la propiaenergía de Orisha.
Ya para culminar, debemos sumarle a lo que sería entonces una cuenta redonda del negocio de la fe, el que cualquier derecho sea calculado también, en base al gasto exagerado y grosero que se realiza en los comercios de animales y artículos religiosos pues, la lógica indica para algunos padrinos: que si el ahijado está en la capacidad de pagar una cesta de animales, puede pagar también El derecho, bien sea en un monto similar o superior, no sin antes dejar claro que “está ayudado” pues, podría salir más caro el gasto; con esto, además, se enseña a creer en el paradigma del apego material:en el que todo sacrificio económico será recompensado por Orisha en la misma proporción. No sé, si quién lea estas líneas pueda o no estar de acuerdo conmigo pero, ¿No les parece que ese paradigma de pagar para que Orisha le ayude, es similar al de otras religiones donde se imponen diezmos? ¿Orisha pide dinero o adoración, o acaso los Orishas saben de economía? Según mi opinión, el dinero y el valor de las cosas materiales es asunto de mortales. ¿Dónde queda el crecimiento espiritual, el cambio interior para alcanzar el buen carácter que nos acerque más a la gracia de Oloddumare?Se pide como sacrifico hacer grandes gastos y no un cambio de actitud en quién quiere iniciarse en el culto a Orisha, y se deja abierta la posibilidad  al mal entendido de que muchos piensen que al consagrarse en Osha o Ifá, está comprando el perdón por ser unos miserables seres humanos sin necesidad de cambiar, o que adquieren una tarjeta de crédito que se le abona con cada sacrificio económico. Por suerte para nuestra religión, aún quedan mayores con ética, sabiduría y claridad más allá de sus estómagos, que entienden que no hay sobre la tierra quién pueda ponerle precio a Orisha, a Ifá, a la fe y a la voluntad de Oloddumare sobre nuestras vidas. Como siempre, este texto es para la reflexión y el crecimiento colectivo; sin ánimo de buscar atención ni protagonismo, por amor a Orisha, a mi fe, y porque creo que es también mi responsabilidad como sacerdote de Orumila. IborúIboyáIbosheshé

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