De estilo mudéjar, la construcción primitiva debió de tratarse de un templo de planta basilical rectangular con 3 naves rematadas en tres ábsides semicirculares y una torre adosada en el lado sur del crucero.
De este trazado antiguo sólo se conserva en el interior la cabecera y los compartimentos de los dos primeros tramos. En el exterior apenas quedan restos de la antigua traza mudéjar. El aspecto que hoy presenta el templo se lo debemos casi por completo a la gran remodelación que sufrió éste en el último cuarto del XV y a lo largo de todo el siglo XVI.
Las diez bóvedas de la parte trasera son de estilo gótico. Todas ellas de crucería, a base de arcos apuntados y con nervios que se entrelazan en claves. De esta misma época son las capillas laterales que se abren en el muro norte y la misma sacristía.
Quedan algunos restos arquitectónicos platerescos como los arcos formeros del coro y el que hay a la entrada de la capilla de las ánimas. Del siglo XVI nos queda la remodelación del ábside central que de semicircular se cambió a cuadrado, tal como hoy lo conocemos.
El Arte Mudejar Se ha denominado arte mudéjar al musulmán en tierra cristiana y al cristiano español sometido a la influencia musulmana. El nombre de morisco con que también se le designa, tan sólo con rigor histórico debe aplicarse al realizado por los musulmanes convertidos el cristianismo antes o después de la conquista de Granada. Ante la imposibilidad de averiguar este extremo, es preferible la denominación de mudéjar. Además, téngase presente que las obras que calificamos de mudéjares lo mismo eran hechas por musulmanes sometidos que por moriscos o por españoles seducidos por la belleza del arte islámico.
En realidad no existe una arquitectura constructivamente mudéjar, ya que las obras de tal estilo no son si no los modelos de la arquitectura musulmana u occidental acusando las modalidades del arte hispanoárabe; almorávide, almohade y granadino.
No se trata, por lo común, sino de un estilo decorativo, ya que las estructuras son ordinariamente las del arte cristiano. Constituye el mudéjar una de las mayores novedades del arte español, se constituye el arte musulmán como símbolo de la cultura medieval. No debemos olvidar que los cristianos utilizaban la mano de obra árabe en las construcciones y que, el sistema constructivo musulmán era más rápido y barato que el cristiano.
El arte mudéjar se extiende desde el siglo XII. Su época más fecunda es la de Pedro I el Cruel. Decae a partir de la toma de Granada, pero en realidad subsiste casi hasta el siglo XIX. Los españoles lo llevan a América y esporádicamente repercute en Portugal, Inglaterra, Francia e Italia. España tiene el honor de ser el portavoz del arte musulmán en Occidente.
Concretamente en Illescas tenemos representación de este arte en nuestra emblemática Torre perteneciente al conjunto monumental de la Iglesia Parroquial de Santa María, así como nuestro emblemático “Arco o Puerta de Ugena”.
INTERIOR IGLESIA PARROQUIAL DE SANTA MARIA
Descripción de las Estancias:
Capilla Mayor.El retablo, típicamente barroco de los siglos XVII – XVIII, es de tres cuerpos. El cuerpo central presenta: abajo, el Sagrario; en la hornacina central, una imagen de la Virgen de la Asunción; en el frontón superior un cuadro reproduce la escena de la Anunciación. Corona el retablo una Exaltación de la Santa Cruz.
Capilla del Cristo de la Misericordia o del Rosario.Destacan las dos bellas lápidas de estuco mudéjar que se hallan a ambos lados del arco fajón. Nos recuerdan que descansan en esta capilla, en espera de la Resurrección, D. Gonzalo Alfonso Marques (+ 1387) y D. Alfonso Díaz, contador mayor del Rey (+ 1390).
Baptisterio.El arco de entrada es del Renacimiento. La pila bautismal es del año 1788. Hay una original tabla gótica que representa “La descensión de la Virgen e Imposición de la casulla a San Ildefonso”.
Capilla de la Virgen de las Candelas (También llamada “del Santo Angel”). Tiene un retablo de madera tallada y dorada estilo renacimiento. Bajo la hornacina central un cuadro representa la presunta aparición del ángel al Rey Alfonso VIII en este mismo lugar; a su izquierda; San Pablo derribado en el camino de Damasco; a su derecha; el apóstol Santiago el Mayor a caballo. El coronamiento del retablo es un cuadro de la Virgen “Sedes Sapientiae”. Los otros dos cuadros son reposiciones posteriores que no pertenecen al conjunto.
Sacristía.La cubierta es gótica, con dos tramos de bóveda de crucería bellamente acabados. En su interior alberga numerosas piezas de orfebrería de los siglos XVII y XVIII, entre las que destacan las dos cruces de plata de 1654 y 1668, y la custodia procesional, estilo renacimiento, del mismo siglo (1658).
Capilla de la Virgen de la SoledadLa verja de entrada es del 1271. Dividida en dos tramos cubiertos por bóvedas de crucería, los arcos cruceros se soportan en seis pilares octogonales embebidos en el muro. Llaman la atención los grandes capiteles que coronan los medios pilares y la Virgen con el niño que está representada en el frente de la bóveda. El retablo de la Soledad es de estilo barroco. En la pared de la derecha contemplamos un “descendimiento” de Juan de Borgoña. Óleo sobre tabla de finales del XV.
Capilla de San José(también llamada de las Ánimas). El arco de entrada es plateresco. La bóveda es de crucería apoyada en ménsulas. Debe su nombre el retablo del lado derecho, donde un lienzo sobre tabla del siglo XVI nos presenta a las ánimas en el purgatorio y Cristo Juez en la gloria. Las lápidas nos recuerdan que esta capilla fue panteón familiar desde 1580.
Capilla de la Ascensión. Posee un retablo dorado estilo rococó que lleva en su remate un pequeño cuadro que representa al Padre Eterno.
Antigua Capilla Bautismal.Cerrada con una verja plateresca de dos cuerpos, con un friso de hierro forjado y coronamiento con dos ángeles. Pertenece al 1676.
[email protected]: http://www.illescas.es/contenidos/030107_mudejar.html
Un libro descubre el número áureo en la Torre Mudéjar
Es un hallazgo muy importante según el autor porque antecede a la Florencia renacentista en la introducción de ese número en Europa
«Este libro supone un grandioso descubrimiento para la cultura toledana, ya que antecede a la Florencia renacentista en la introducción de la idea del número áureo en Europa después de la Grecia clásica». Con estas palabras se realiza la carta de presentación de la obra "El canon del Alarife de Illescas", texto que el próximo viernes será presentado oficialmente en el municipio y que defiende, tras un minucioso estudio, que la Torre Mudéjar de Illescas esconde un mensaje en sus ladrillos desde hace 800 años.
Su autor es Wilfredo Mariñas, escritor peruano convencido de la estrecha relación en cánones de construcción de la Atenas de Pericles y la torre de la iglesia parroquial de Santa María en la villa sagreña, asegurando que en la cara Sur de la torre el constructor medieval del Alarife de Illescas entrelaza un código que descifra un milenario mensaje estético y a la vez es una muestra de su religiosidad, canon remozado en una muestra de cristiandad.
Abriendo la duda acerca de si se trata de casualidad o intencionalidad, el autor de este libro pretende dar que hablar al demostrar en sus páginas la intencionalidad al relacionarlo estrechamente con un postulado euclidiano que deriva en la proporción áurea, omnipresente en la geometría del monumento. Al tiempo, avanza que descifrar ese mensaje lleva al lector a transitar por los conocimientos matemáticos, geométricos y humanísticos propios de un período excepcional en la cultura española, el Toledo de las tres culturas, donde convivieron los transmisores del pensamiento griego, los musulmanes, con los traductores por excelencia: los judíos y los mozárabes, en un entorno dominado por los conquistadores cristianos.
Y es que eran principios del siglo XIII cuando se construyó en Illescas la iglesia parroquial con advocación a la Asunción de Nuestra Señora de Santa María en un prolongado periodo de paz, consolidada la reconquista del antiguo reino toledano y trasladadas las fronteras más al Sur.
Así las cosas, esta novedosa creación de 104 páginas con encuadernación rústica y perteneciente a los "Cuadernos heterodoxos toledanos" se vende al precio de 10 euros. La publicación de la Editorial Ledoria se acerca a las vivencias del constructor, a quien la villa honró con ese encargo, y que aprovecha las técnicas constructivas y la mano de obra de los derrotados mudéjares, que se resisten a marcharse. El protagonista los combina eficientemente con el románico de los conquistadores y los cálculos de unas matemáticas transmitidas desde la Grecia clásica.
Según datos aportados por la editorial, el erudito local don Alberto de Aguilar en su libro "Illescas, notas histórico artísticas" de 1927, escribió estas frases: «Contemplad… la bellísima torre mudéjar de Santa María, y esas grietas, esos ladrillos carcomidos os dirán más que todo cuanto yo imaginara contaros…». Atento a ese mensaje, Wilfredo Mariñas ha hurgado entre sus ladrillos para buscar el mensaje escondido durante 800 años, que fundamenta su estética, y puestos a la luz en "El canon del Alarife de Illescas", cuya presentación será a las 19,00 horas en el Centro Cultural del municipio con la presencia de autoridades culturales en el Ayuntamiento illescano.
RUBÉN CAÑO - miércoles, 12 de enero de 2011http://www.latribunadetoledo.es/noticia.cfm/PROVINCIA/20110112/libro/descubre/numero/aureo/torre/mudejar/9CB85DD5-DD7C-6284-BACCC3C2E0898DA7
Revista Cultura y Ocio
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