Revista Insólito
Dos veces emplea Cervantes este proverbio que califica de antiguo: una en el pasaje de la Historia del Cautivo, inserto en el prologo, y otra en la Gitanilla. En el magnífico mensaje o discurso de apertura en que el elocuente y provecto gitano pinta al novicio Andrés las costumbres y estatutos de la insigne orden de la gitanería, tan puesta en razón y en políticos fundamentos, dice el preopinante: « En conclusión, somos gente que vivimos por nuestra industria y pico, y sin entretenernos con el antiguo refrán: iglesia, o mar, o casa real, tenemos lo que queremos; pues nos contentamos con lo que tenemos.»
No obstante la antigüedad de que habla Cervantes, no figura este refrán en la Colección del Marqués de Santillana ni en la de Zaragoza. Hernán Nuñez dice:
—Iglesia o mar o casa real, quien quiere medrar.
Triarte, conociendo que empezaban a correr malos vientos para la Iglesia, creyó sin duda deber guisar el adagio al gusto de la época diciendo:
—Tres cosas hacen al hombre medrar, ciencia y mar y casa real.
Ahora que ya no tenemos casa real, podría decirse: Jugada de bolsa, lengua o fusil, entendiendo por lengua, tribuna, club o periódico, y por fusil, pronunciamiento, barricada, ardid electoral, etc.
Otros refranes, no menos antiguos que el primero, decían:
—Abeja y oveja y parte en la iglesia desea de su hijo la vieja.
—Bonete y almete hacen casas de cógete.
IMAGEN: EL COMERCIO
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