Revista Cultura y Ocio

Ignacio Fernández: La máquina natural

Publicado el 31 mayo 2016 por Libros Prohibidos @Librosprohibi2

La máquina natural presenta una sinopsis muy atractiva. Un hombre vive solitario en una cabaña en las nieves de los Andes, con su perra, lejos de pueblo. Y tres personas aparecen de pronto en el paisaje y le dicen que algo ha cambiado: el mundo no funciona, la civilización ha desaparecido y algo paree haberse roto. ¿Y qué pasa?

En cierto modo, La máquina natural recuerda a La carretera, la novela de Cormac McCarthy: aquí no hay ni ha habido, pese a lo que podría parecer, un terrible apocalipsis destructivo del que se sepa. No es ese tipo de ficción. No hay una explicación demasiado relevante de lo que ha sucedido y los retazos de información que poseemos no son suficientes para elaborar un mapa mental. Ese no es el objetivo. Ni siquiera el de poner a los personajes en una situación extrema. Casi os diría que si buscáis una trama que se ajuste con lo que pone en la contraportada estaréis muy confusos y quizás decepcionados. Lo que pone detrás pasa, pero es casi lo único que ocurre entre las páginas de la obra. Esto no es malo: hay libros que quieren contar algo que no se desarrolla, sino que se reflexiona, y este es uno de ellos. Lo cierto es que por no haber, no hay tampoco una trama completa, con su desenlace claro y final satisfactorio, en este libro.

La máquina natural parece estar hecha de trozos de historias, de pequeños fragmentos de las cuatro vidas que se han unido por azar y que son las que llevan el relato. En un principio parece que va a seguir un método algo más lineal, parece que va a dar pistas concretas, y sin embargo a lo que se dedicará durante toda la novela es a dar vueltas en torno a focos de atención sin aportar todas las respuestas. Me ha gustado mucho esta forma de añadir detalles a los personajes: por ejemplo, al Hereje se le presenta por ese nombre y no es hasta la mitad de la novela que comprendemos la razón de ese apelativo, pese a que carezca de interés para una posible trama mayor que, insisto, no existe. No existe y no se necesita, pues lo que hace Ignacio Fernández es reflexionar en torno a la experiencia humana más esencial y pura a partir de una situación terrible. Una situación en la que los personajes tienen que reaccionar, como si fuese una suerte de experimento que nunca puede salir bien.

Me parece también muy curiosa la forma de narrar del autor. Es curiosa, sigue una metodología de, digamos, rotación en torno a lo que va narrando, de modo que se genera un estilo muy cadencioso, pausado y que ha de leerse de forma lenta para ser disfrutado. Me gusta su manera de comenzar los capítulos, que casi parecen relatos interrelacionados, con una imagen poderosa que desarrolla a continuación, me gusta el modo en que sus personajes observan el mundo y hablan de él. Y también me gusta mucho cómo mediante pequeños comentarios va dejando claro el cambio de situación al que la humanidad se está enfrentando en la novela. Uno de los temas de los que presenta la obra que más me han gustado es la religión, la divinidad y la relación con esta: es curioso como en situaciones tan desesperadas como esta hay quien se cierra completamente mientras otros lo convierten en su única salida:

"Decirle loco a un cura que no cree en Dios es ponerse de la parte de Dios [...]. Si me estoy equivocando, usted después me perdona. Es su trabajo. Pero no intente sermonearnos, no trate de traernos la salvación. Nosotros ya nos salvamos solos".

Quizás lo que más interesante me resulta es el final. Cuando hablamos de obras de este estilo, suele establecerse una dicotomía entre la vida y la muerte que está regida por la esperanza: mientras haya vida, habrá esperanza y mientras tengamos esperanza, aún tendrá sentido la vida. Y es curioso el desenlace, si se le puede llamar así, de La máquina natural porque anula esta esperanza para algunos personajes, aunque no del todo. Entonces, ¿qué queda? ¿Muere del todo la civilización, termina aquí la historia de la humanidad, aunque aún queden unos pocos humanos libres en el planeta? Os invito a esbozar vosotros una perspectiva de esta situación, a conocer un nuevo final, en esta excelente y recomendable novela.


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