Igualdad, respeto y educación: Mi Primer Aniversario

Igualdad, respeto y educación. Hoy, como todos ya sabréis, es 8 de Marzo. Se celebra y conmemora el #DíadelaMujer. Esta fecha, además, coincide con el primer aniversario de este blog. Sí... ¡hoy mi blog de "El truco de mamá" cumple su primer añito de vida!

A lo largo de este año el blog ha ido creciendo y yo he ido aprendiendo con ello. Por el camino he conocido a maravillosas personas. Todos vosotros que me leéis, que comentáis mis publicaciones y que compartís conmigo.

Gracias a los que a lo largo de este tiempo habéis estado allí. Los que habéis pasado por este lugar para dedicar vuestro tiempo. Es un orgullo saber que lo que escribo puede resultaros útil y ameno.

Así que, aprovechando la ocasión tan especial, pensé en publicar hoy un post en el que se hablara sobre la igualdad, sobre la educación en el respeto. Sobre la mujer, la infancia y la maternidad.

Igualdad, respeto y educación

Podían ser propuestas o actividades basadas en libros, manualidades, juegos, teatro, música, exposiciones... Recursos para trabajar con los niños sobre la igualdad y el respeto. Para concienciar desde la infancia en que hombres y mujeres somos iguales. Así que tenemos los mismos derechos y oportunidades.

También podíais enviar reflexiones que estuvieran relacionadas con esta temática: la igualdad sin distinción de género.

Para ello, lancé una llamada a mis lectores y seguidores. Para que colaboraran facilitándome sus propuestas. ¡Y la verdad es que la participación ha sido muy alta!

He ido recibiendo textos y colaboraciones de lo más variadas. Todas las personas que han participado son madres o padres, pero también hay algunos que no lo son. Han colaborado muchos blogueros y blogueras y otros tantos que no tienen blog.

Desde aquí deciros que estoy enormemente agradecida de que os hayáis sumado a la celebración de mi primer cumple-blog. También a los que queríais sumaros a la iniciativa, pero al final no habéis podido llegar a tiempo. ¡Sois todos estupendos!

Así que os dejo con todas estas maravillosas propuestas que he recibido, para hacer de éste un día único para celebrar...

Literatura para la igualdad

Porque los libros y los cuentos pueden ser un recurso estupendo para asentar unas buenas bases. La literatura también puede ayudarnos en nuestra meta por conseguir la igualdad. La educación, el hábito y el gusto por la lectura siempre van unidos.

Mika y Lolo. Una historia sobre ser niña o niño

Es un placer colaborar contigo, Pilar y más para esta fecha. Voy a compartir con vosotros un libro muy especial. Trata sobre la igualdad y además es bilingüe. ¡Espero que os guste!

Esta es una de esas historias de las que no me gustaría tener que hablar. Igual que a su autora, tampoco le habría gustado tener que escribirla. A nadie nos gustaría que existiera, pero todavía es NECESARIA. Sí, en mayúsculas.

Todavía tenemos que hablar de los estereotipos de género y de cómo educar y guiar a nuestros hijos e hijas. Para que paso a paso vayamos desterrándolos de nuestro día a día.

Porque ser una niña o ser un niño no debería definir quiénes somos. Te animo a leer el post completo sobre este fantástico libro infantil en el blog de Los cuentos de mamá.

Me llamo Pecas: cuento infantil

Me llamo Pecas, un libro para los peques que nos hace la Gran Pregunta ¿Sabrás contestarla?

¿Hay cortes de pelo de niños y cortes de pelo de niña? ¿POR QUÉ? ¿Hay libros para niños y libros para niñas? ¿POR QUÉ? ¿Hay juguetes para niños y juguetes para niñas? ¿POR QUÉ?

Pecas, lo pregunta en su entorno y nos lo pregunta a nosotros. ¿Alguien sabe quién ha decidido que algunas cosas son para niños y otras para niñas? ¿Acaso no somos TODOS personas con sus gustos, sus intereses o sus preocupaciones? ¿Tienes la respuesta?

Me llamo Pecas es un libro para revolver ideas y empezar a ver más allá de NIÑOS Vs NIÑAS.

Tienes la reseña completa de este estupendo cuento en el blog de Mamá y 1000 cosas más.

Libro: Las chicas son guerreras

Una de las cosas que me ha preocupado en la educación de mis hijos ha sido el hecho de no caer en estereotipos de género.

En este sentido en casa nunca hemos establecido preferencias a nivel de juegos, de tareas domésticas o de estudios por este motivo. Cada uno de mis hijos ha ido adquiriendo su propio criterio. Y debo reconocer que no se han ceñido a lo tradicionalmente establecido cuando han tenido que elegir por ellos mismos.

En ocasiones no ha sido tarea fácil porque, aunque eduques de una forma en casa, a día de hoy la sociedad sigue teniendo su peso. Sin embargo puedo decir, con hijos ya adolescentes, que me siento muy orgullosa de como van creando su propia visión del mundo.

Una buena herramienta para contribuir a educar en la igualdad son los libros. Por ello, desde aquí me gustaría recomendaros el ejemplar "Las chicas son guerreras. 26 mujeres que cambiaron el mundo".

Las biografías de 26 mujeres que (desde diversos campos y en diferentes épocas históricas) contribuyeron, de alguna u otra forma, a hacer avanzar a la humanidad.

Os lo recomiendo para vuestros peques y creo que es una buena opción para celebrar el 8 de marzo y el aniversario bloguero de Pilar. Desde aquí ¡muchas felicidades para El Truco de mamá!

Puedes ver la reseña completa de este libro en el blog de Mis chic@s y yo.

Mujeres de ciencia: libro

Es un libro ilustrado y muy educativo. En él se pone de relieve las contribuciones de 50 mujeres notables a los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.

Historias que van desde el antiguo hasta el mundo moderno. Además, contiene infografías sobre temas relevantes como equipos de laboratorio, tasas de mujeres que trabajan actualmente en campos relativos a la ciencia y un glosario científico ilustrado.

Entre las pioneras incluidas en esta obra están figuras conocidas como la primatóloga Jane Goodall. También otras menos conocidas como Katherine Johnson, la física y matemática afroamericana que calculó la trayectoria de la misión Apolo XI de 1969 a la luna.

La lectura de este estupendo libro nos la sugiere la escritora W.Ama. Añade también la propuesta de que este Día de la Mujer visibilicemos la labor de las mujeres escritoras. ¡Es una idea fantástica!

Puedes ver la reseña de alguno de los libros de W.Ama en mis post:

No es país para mujeres...

Soy mujer, madre de una niña, hija, hermana... y tengo miedo. Tengo miedo de lo que les pueda pasar a ellas, paradójico ¿no? Ni me preocupo por mí.

No quiero que mi niña tenga miedo, no quiero transmitirle ese mensaje de cuidado por donde vas a ciertas horas, no quiero comprarle un spray u otro tipo de defensa. Ni decirle que espere a que algún amigo la acompañe a casa...

Una interesante reflexión, que puedes leer completa en el blog de MamiYogui en apuros.

También nos recomienda estas lecturas:

La salida de la escuela y los estereotipos

Me encanta observar a la gente, con disimulo claro, pero me gusta hacerlo. Los momentos de salida y entrada de la escuela son especialmente interesantes.

Son un escenario al aire libre en el que se desarrolla la obra de teatro que es la vida. Los actores y actrices escenifican diariamente el rol que les ha tocado representar.

La mujer trabajadora, siempre con prisa, y dejando a los niños como paquetes en la puerta. Los abuelos, cansados y mayores para cuidar de nadie, casi que ni de sí mismos, pero obligados a hacerlo. Las mujeres que no trabajan de forma remunerada, pero lo hacen en casa al 100%.

Repitiendo esos guiones ya preestablecidos una y otra vez. Conversaciones que se gestan a la luz de los prejuicios y los estereotipos:

- "Cariño, se deja pasar a las nenas primero".

Una frase expresada con buenas intenciones, pero cargada de un simbolismo que deberíamos empezar a desterrar. No, no se deja pasar a las nenas primero. Se cede el paso a los demás por educación si es
necesario. A todos por igual.

Las nenas no van primero para salir por la puerta del colegio y las últimas en el acceso a un puesto de responsabilidad en el trabajo. Las nenas no van primero porque sean débiles y se les deba ayudar en todo.

Mi hija, con la que siempre reflexiono de estos temas, me mira fijamente y espera que yo empiece la frase:
- Los niños y las niñas tienen ....
- Los mismos derechos y obligaciones.
Nada más que añadir.

Lo que aquí explico sucedió realmente un día a la salida de la escuela. Le cedieron el paso a mi hija en la puerta, por ser una niña.

En la montaña, todos somos iguales

Desde pequeña he practicado varios deportes de forma individual y/o en grupo. He ido aprendiendo y conociendo a muchas personas gracias a ello. He tenido la suerte de tener grandes profesores y entrenadores que me han inculcado el amor por el deporte y el respeto por mis compañeros. Me siento muy afortunada por estas vivencias y por la huella que han dejado en mí.

Si bien es cierto que, si tuviera que recomendar un deporte, no lo haría. Recomendaría un entorno donde los valores y el respeto no entienden de edad o sexo. Y donde se pueden practicar infinidad de deportes... Ese entorno es la montaña.

Todos conocemos los beneficios que la práctica de deportes al aire libre reporta física y emocionalmente, a pequeños y mayores. Además de lo que aprendes y compartes, lo más destacable de todo es que se hace en un entorno donde sólo somos personas.

En mi familia además, disfrutamos de la montaña de forma segura, es decir federados. En nuestro caso, por vivir en Andalucía, estamos federados a través de la Federación Andaluza de Montañismo.

Este ente viene realizando acciones por la igualdad y la inclusión desde hace varios años. Fruto de las cuales, desde diciembre de 2018 puede presumir de ser la primera Federación Deportiva Andaluza en poner en marcha un Plan de Igualdad.

En primer lugar, quiero darle las gracias a Pilar, por dejarme colaborar en su post aniversario y sobre todo en este día tan especial.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, me gustaría escribiros una reflexión sobre el derecho a la educación de las niñas. Éstas que en un futuro serán mujeres. Y que la educación les dará la capacidad de elegir, de ser fuertes, de ser independientes. Las desarrollará como personas íntegras en todas sus facetas.

Puedes leer esta reflexión en el blog: Hijos, manual de experiencia.

Pintar las uñas a un niño ¿Y qué?

Como bien sabemos los niños juegan y se divierten por imitación. Por lo que no es de extrañar que quieran ponerse desde los zapatos de papá o mamá, hasta pintarse las uñas de colores. O robarle el pintalabios a mamá. Pero aquí viene el problema, el 70% de la sociedad si quien lo pide es un niño le dirá que no, que eso es de niña.

Y el problema no es que el niño se pinte las uñas ni se pinte los labios. Sino el miedo a: ¿Qué dirá la gente? ¿Qué le dirán a mi hijo? ¿Le harán daño con esos comentarios?

Por ese miedo estamos inculcando a nuestro hijo que eso está mal. Y en cuanto vea a un niño que las lleva pintadas, le dirá justamente lo que no queremos que les hagan a ellos. Y a él no se lo harán, pero él a otro niño sí. Él no sufrirá, pero hará que otro niño sí sufra.

La solución no es no hacerlo para "no incitar a comentarios". Sino empezar a educar desde la igualdad en todos los sentidos. A respetar la libertad de decidir, a no decir un NO cuando tendría que ser un SÍ.

Los niños y la igualdad

Nuestro comportamiento en casa es reforzar la confianza y predicar con el ejemplo. Yo creo que, para realmente naturalizar en nuestros hijos la igualdad entre niños y niñas, no basta simplemente con decírselo.

Hay que demostrar con el ejemplo, es decir, no sólo con la palabra, también con las acciones diarias. Para reforzar la confianza en nuestros hijos e hijas de que las mujeres y hombres son igual de valiosos.

¿De qué sirve que le digamos a nuestras hijas que son iguales que los niños si luego les prohibimos jugar al fútbol porque, supuestamente, es un deporte de niños?

Me viene a la mente mencionar que fuimos todas niñas en casa y que crecimos escuchando comentarios. No de mis padres, sino de otras personas, sobre que se habían quedado con las ganas de tener un varoncito. O bien que, al ser mujeres, éramos artículos para caballero... Sí, así como lo oyen.

A pesar de que nos compraban "juguetes de niñas", a mis hermanas y a mí, mis padres no nos limitaron en otros aspectos. Por poner un ejemplo, en mi adolescencia practiqué halterofilia (levantamiento de pesas). Seguro que ello no impresiona hoy en día porque está de moda el famoso cross-fit. Pero hace 20 años la halterofilia era una actividad ruda, para hombres.

Sin embargo, mis padres nunca me dijeron que no podía practicar ese deporte. Ni siquiera mis abuelos maternos hicieron un comentario al respecto. Al contrario, mi abuelo en alguna ocasión fue a una de mis competiciones.

Eran otras personas las que me hacían comentarios tales como que "una chica tan bonita como tú no debería hacer cosas tan rudas". Y más ofensivos como que se me iba a hacer cuerpo de hombre. O que si seguía con las pesas, no iba a agarrar nunca novio porque los muchachos me iban a tener miedo.

De no ser por el apoyo de mis padres y del resto de mi familia, esos comentarios hubieran hecho mella. Y más siendo durante la etapa adolescente, en la que uno está lleno de miedos e inseguridades.

En definitiva, si queremos realmente cambiar esta sociedad, lo más importante es que empecemos desde el núcleo familiar. Reforzando la confianza y el pensamiento crítico de nuestros hijos e hijas. Porque siempre habrá quien intente minar la posibilidad de una igualdad real entre hombre y mujer.

Igualdad en la escuela

Soy educadora de preescolar en México. Hubo una ocasión en la que uno de mis alumnos derramó jugo en el piso. Entonces yo le pedí que por favor tomara el trapeador y lo limpiara. Pero él, muy molesto y con las manos en la cintura, me contestó:

Eso lo hacen las viejas, y yo no soy vieja...

Todos lo escuchamos en el salón. Yo le dije que tanto niñas como niños podían limpiar y no pasaba nada. Que todos somos iguales y somos capaces de hacer las mismas cosas.

Después, le pregunté a cada uno que si ayudaban a limpiar en casa. Algunos dijeron que sí y otros que no, pero eso no tenía que ver con el género. Entonces, tomó el trapeador y no muy convencido lo limpió. Pero aún me seguía mirando enojado.

Igualdad sin asignar género

Para nosotros, la igualdad debe nacer desde la misma base para que llegue a ser algo real y firme. Cuando nació Maguito, lo tuvimos claro: intentar hablar de personas en vez de mujer u hombre. Peques en vez de niños o niñas. Bebés grandes o chiquitos sin asignarles género.

Así, cuando vaya creciendo, evitarle en la medida de lo posible los tópicos asignados a los géneros. Tampoco ha visto distinción alguna por género entre sus amigas y él.

Otro campo de batalla son los colores de la ropa con los dibujos que puedan tener. No hacemos distinción. Los colores son colores y la ropa es ropa. Quitando vestidos y faldas, Maguito ha vestido de todo. Por lo que lo han confundido con una niña.

Nosotros pasamos de esas cosas y dejamos que vista lo que le gusta. Por eso no es raro verle llevando camisetas de Minnie, Hello Kitty, superhéroes... También lisas, azules, rosas, verdes, amarillas o de lo que sea.

Y llegamos a los juguetes (suspiro de agotamiento). Un verdadero caballo de batalla para todos los padres. Porque por mucho que digas, que aconsejes, que enseñes, siempre hay algún pariente que suelta eso de: "Eso es de..."

Por el bien de Maguito, no me callo. Porque me importa más que sepa que los juguetes son sólo eso, a lo herido que se pueda sentir cualquier adulto.

Maguito juega igual con camiones, casas de muñecas, motos, peluches, unicornios o lo que sea. Ya veremos qué pasa cuando empiece el colegio, pero al menos le hemos intentado dar la mejor base posible a este respecto.

¿Y si no queremos ser madres?

Me gustaría realizar mi pequeña aportación respecto a este tema. Sé que Pilar es mamá y que muchos de sus posts son sobre la maternidad. Pero ya que vamos a luchar por la mujer, también quisiera que se visibilizase la otra cara de la moneda: quienes no queremos ser madres.

He perdido la cuenta de las veces que la gente me pregunta "¿ Por qué no quieres tener hijos?". Y yo siempre les respondo lo mismo: " Si te hubiese dicho que quiero tenerlos, ¿me estarías preguntando con esa cara de sorpresa que por qué los quiero? ".

La sociedad no concibe que una mujer esté completa si no está casada y tiene descendencia. Son continuos los reproches hacia mi futuro ("E starás sola de mayor"). Hacia mi moralidad ("¿ Cómo pueden no gustarte los niños?").

E incluso el cuestionamiento de mi salud mental e integridad como mujer (" Tú no estás bien de la cabeza, jamás te vas a realizar"). O después llega la joya de la corona: "¿ Entonces para qué tienes útero?".

Las mujeres tenemos derecho a decidir sobre nuestro cuerpo. Tener descendencia, no tenerla, abortar o continuar en caso de embarazo. Poder tener esterilización a la edad que nosotras queramos (siempre y cuando seamos mayores de edad y estemos en plenas facultades, claro está).

¿Cuántos son los médicos que me niegan la esterilización porque dicen que soy muy joven y me puedo arrepentir? ¿Por qué se da por hecho que voy a cambiar de opinión?

Quiero que no se nos criminalice por la elección que tomemos sobre nuestro cuerpo. Madres casadas, madres solteras, mujeres sin hijos, todas somos eso: MUJERES.

Reflexión de Sonia Papamosca.

Las diferencias entre niña y niño

Cuando supe que estaba esperando un niño, pensé en que era mucha la responsabilidad, que había que ser un niño de bien, en pocas palabras no un macho bueno para nada....apenas acababa de pensar esta frase cuando me paré en seco y me dio, me di vergüenza; ¿cómo podía esperar que las personas a mi alrededor, la sociedad, el marketing, etc., no hicieran diferencia entre una niña y un niño si yo misma lo hacía?

¡No! Tengo dos hijos, los cuales procuro, educo, mimo de la misma manera, para que sea niños con todas las posibilidades en sus manos, personas de bien....más que nada niños felices.

Los Pijamas

Cuando tenía dos años me gustaba el azul. Le dije a mis papás que quería un pijama azul. Sólo los había en la zona de "niños". Daba igual, ahí me llevaron porque yo lo quería azul.

Un niño de unos 5 años me señaló y le dijo a su padre: "Mira qué niña más rara, se está probando un pijama de niños ". Sólo tenía 5 años y mis padres se quedaron con los ojos como rayitas y pensando: ¿En serio?

6 meses más tarde, entré en el colegio y vine a casa diciendo que el rosa es sólo de niñas. ¡Con 3 años! La única motivación para que mi padre se pillara su primera sudadera rosa.

La tontería de un color que ya desde pequeños les crea dos bandos, como si irremediablemente tuviera que haberlos. Como si sólo existiera la posibilidad de dos géneros y ambos enfrentados.

Como si este año mis padres no hubieran tenido que mirar en más de 5 tiendas para encontrar un pijama que no fuera de princesa (que siempre va perfecta y espera que un hombre la salve) o rosa. 5 tiendas. 3 años. Queda mucho por hacer. ¡Sororidad e igualdad!

Reflexión de @mamaPetaZeta

Actividades para el #DíadelaMujer

Trabajo como mediadora intercultural en un barrio con una alta tasa de personas en riesgo de exclusión social. Os cuento algunas de las actividades que, con motivo del Día de la Mujer, vamos a realizar.

• Las gafas de la igualdad: Imprimiremos en cartulina un dibujo de unas gafas. Los participantes tendrán que recortar los cristales y pegarles papel celofán morado. Con estas gafas se ve todo desde una perspectiva de igualdad.
• Crearemos pancartas y eslóganes por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres con cartulinas moradas, blancas y negras.
• Por último, recortaremos formas. En papel continuo cada persona podrá expresar lo que piensan sobre la igualdad de la sociedad actual.

Mi propuesta...

Hablar mucho con vuestros peques, hacerles reflexionar. Hacerles comprender y entender que todos somos iguales. Que aunque seamos diferentes en el exterior, tenemos las mismas dudas y los mismos miedos en nuestro interior.

Y demostrarlo con hechos, en nuestra actitud y en nuestras palabras. Os dejo con este post que escribí sobre Cómo promover la igualdad de género y el respeto en nuestros hijos.

De nuevo gracias por vuestra colaboración y sólo queda decir que... comienza un nuevo año para mi blog. ¡Un abrazo y nos vemos en el siguiente post!