Revista Belleza
Todo buen artista, a demás de talento, ilusión y un período de formación requiere de las herramientas adecuadas para poder desarrollar su actividad de manera plena y libre. Así, desde los rudimentarios pinceles vegetales que posiblemente emplearan nuestros ancestros en la realización de las grandes pinturas rupestres hasta los minúsculos pinceles a los que recurrieron los primitivos flamencos para dotas a sus tablas de el realismo mimético que las caracteriza, miles han sido las brochas y pinceles que han sentido la caricia de una mano humana en busca de la belleza.
Hoy en día, la cantidad y variedad de estas herramientas que podemos encontrar en el mercado es inimaginable, mayor aún si tenemos en cuenta el potencial de las "herramientas virtuales" que están revolucionando las artes del color gracias a los medios digitales. Sin embargo, la creación artística no es el único ámbito que se vale de la pincelería para generar obras de excepcional belleza y originalidad pues, como todas sabemos, no hay artista del maquillaje que se precie que no tenga un buen ajuar de estas herramientas en su maletín.
Obviamente, una amateur como servidora no tiene ti tan variado ni tan lujoso set de pinceles como puede tenerlo una profesional pero no os negaré que tengo predilección por este artículo y que a lo largo de los años he reunido una interesante colección. Aun a riesgo de empezar la película por el minuto 35 y sin tener tiempo de hablaros de las primeras herramientas que formaron parte de mi kit me gustaría hoy hablaros de unas de mis últimas adquisiciones aquellas que, además, supusieron mi toma de contacto con la afamada página web iHerb: las brochas Real Techniques.
Como consideraciones generales y sin deciros nada demasiado nuevo os comentaré que, a grandes rasgos, me han parecido unas herramientas muy interesantes. En general el pelo de las mismas es suave y no molesta en absoluto a la hora de aplicar los productos. Además, su relación calidad/precio es muy razonable sobre todo teniendo en cuenta que son productos bastante versátiles y que tienen un buen comportamiento a lo largo del tiempo.*
La única pega que les he encontrado es la forma que tienen los mangos, con una consistencia en general robusta y con la base ensanchada como para que se mantengan de pie por sí solas. Está claro que esto hace que sean cómodas de manejar pero dificulta en gran medida su almacenaje ya que generan en el bote en el que almaceno el resto de pinceles el mismo efecto que Obélix cuando se tira en bomba a una piscina. No hay duda de que Arquímedes tenía razón. :)
Ahora, habiendo subrayado un poco los pros y los contras generales con los que me he encontrado me gustaría hablaros un poco más en detallle de cada una de las brochas y de para qué las he utilizado.
Powder Brush: esta herramienta fue el principal motivo de hacer el pedido ya que necesitaba una brocha grande para aplicar productos en polvo tales como maquillaje compacto o polvos matificantes. La brocha en sí,con un mechón de pelo tupido, redondeado, muy grande y suave resultó perfecta para este uso, convirtiéndose en mi principal instrumento de uso diario. La uso tanto con polvos sueltos como con polvos compactos, aunque suelo preferir el segundo formato casi siempre. En general, me ha parecido una herramienta estupenda con un precio de lo más razonable del mundo.
Blush Brush: con esta segunda brocha tenía mis dudas, pues no sabía yo si iba a ser capaz de adaptarme a la atípica forma de su mechón, de cerdas suaves, largas y acabado en forma de lágrima redondeada. Sin ser tan apuntada como las brochas tipo Ita, lo cierto es que esta herramienta me ha resultado muy adecuada para aplicar color en las mejillas de manera sutil, siendo especialmente cómoda para trabajar con coloretes muy pigmentados como los de Nars o Sleek.
Además de este uso, últimamente también la estoy empleando para aplicar los polvos sueltos. Para este tipo de productos me gusta todavía más que la anterior Powder Brush ya que permite aplicar los polvos de manera ligera, consiguiendo un resultado sin brillos pero menos apelmazado o pulido que con la anterior. Por otra parte, sus dimensiones más reducidas permiten aplicar los polvos con mayor precisión o en áreas más localizadas como la parte central de la frente, la nariz o las sienes.
Un último uso en el que también ha resultado sobresaliente es para la aplicación de polvos bronceadores, empleando siempre la técnica del 3. De esta manera, los polvos definen mejor los contornos que con una brocha mayor a la vez que la aplicación del producto se hace de forma más sutil, evitando los cortes bruscos, los excesos de pigmentación y permitiendo añadir capas hasta lograr el tono deseado sin pasarnos.
Setting Brush: si la anterior brocha me sorprendió positivamente por lo polivalente con esta pequeña, suave y delicada brocha me pasó lo mismo pero aún a mayor escala. El uso principal que le doy es para sellar el corrector con polvos, empleada en conjunción con los Powder Flage de Benefit. En este aspecto resulta una herramienta del todo sobresaliente ya que aplica la cantidad justa de producto para evitar que el corrector haga pliegues pero sin dejar una sensación acartonada ni acumular producto en las arrugas. Una pareja simplemente perfecta.
Sin embargo, a pesar de que ahora ya sólo la uso para eso, anteriormente también probé a emplearla con productos iluminadores (tanto en polvo como en crema) obteniendo con ambos un resultado muy bueno. Al ser ésta una brocha pequeña permite una aplicación precisa del producto, de la misma manera que sus cerdas suaves evitan que el producto se acumule en exceso o cree un efecto de "mancha".
De la misma manera, también probé a emplearla para aplicar el corrector y, aunque sigo prefiriendo aplicar este producto con las yemas de los dedos, no me disgustó en absoluto el resultado obtenido. Por último, también la he usado en alguna ocasión para aplicar sombras, bien bajo el arco de la ceja, bien en todo el párpado a modo de sombra base. Para esta función aunque parece un poco grande también va bastante bien.
Como podéis ver, las tres brochas han superado con creces mis expectativas y no descarto hacerme con alguna más del mismo tipo ya que, como os comento, se les pueden dar varios usos. Sin embargo, a mi no me gusta emplear las brochas para usos distintos por lo que, una vez ensayadas sus funciones, decidí asignarle a cada una de ellas una utilidad fija. Así, usando mi Blush Brush para los polvos translúcidos y la Setting Brush para sellar el corrector, creo que debería hacerme con un ejemplar más de cada, para el colorete y el iluminador respectivamente.
Por si os interesa os dejo aquí el enlace directo a los productos en iHerb con su precio correspondiente. Si os animáis a pedir en la web, sabed que yo no tuve ningún problema de ning´n tipo con ella, ni aduanas ni nada y que me tardó como unas dos/tres semanas en llegar por correo ordinario (ya no me acuerdo con exactitud) Eso sí, el "regalito" que enviaron bien se lo podían haber guardado y no os digo nada de mi segundo pedido, en el que el regalo fue una pinza para la ropa. WTF???
Real Techniques by Samantha Chapman Your Base/Flawless Powder Blush 9'99 $ [enlace]Real Techniques by Samantha Chapman Your Finish/Perfect Blush Blush 9'00 $ [enlace]Real Techniques by Samantha Chapman Your Finish/Setting Blush Blush 8'00 $ [enlace]
Espero que so haya gustado la entrada, esto es todo por hoy. Un besito y que paséis buen fin de semana.
*Aunque con aquello de "ultimas adquisiciones" parece que son muy recientes, la verdad es que tengo las brochas desde hace poco más de un año y en todo este tiempo (y uso continuado) apenas han mostrado pérdida de pelo o algún otro signo de deterioro.