Mañana mi madre pisará esta casa
refugio de soledades y
polvo omnipresente, emails
congelando veneno, esta casa invadida
porque nosotros
es un soliloquio que ignoras;
verá el derrame
sobre el contorno dibujado aún sabiendo
que imaginar
exige conocer
vendrá no por favor con toda esta mierda
todas estas cartitas este olor a traición
los platos que yo no ensucié y qué mugre que
tú nunca reinventaste nada
de lo que no supieras ya las consecuencias y ya
basta
de comerme el tiempo con espasmos
de recitar plegarias a pantallas de hablar
con tildes y comas y dolor ya basta.
Mañana viene mi madre
y encontrará la casa
limpia.