Revista Cultura y Ocio
Kinutani Koji. El Monte Fuji, rojo por un amanecer de máxima gloria
Hemos tenido un fin de semana muy japonés en Madrid. Por un lado, con el Japan Weekend en la Casa de Campo para acercar el cómic y los videojuegos japoneses. Una cultura que atrae a muchos, pero que a mí no me llama la atención especialmente, por lo que no me acerqué a verlo. Lo que sí que fui a ver, y que os traigo en esta entrada, es la II Bienal de Art Maison Japón, una muestra de arte contemporáneo y tradicional japonés que ha podido verse de manera gratuita durante todo el fin de semana. Allí se han reunido unas 250 obras de creadores japoneses y españoles entre pinturas, grabados, fotografías y esculturas. La muestra va a llevarse a cabo una vez cada dos años en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, y pretende convertirse en un escaparate donde unir a creadores españoles y japoneses.
Kimura Keigo. El cerezo llorón de 1000 años de antigüedad
Entre las obras contemporáneas había cosas realmente bonitas, muchas de ellas me las hubiera llevado a casa, y de hecho, algunas de ellas mostraban el precio de venta, el problema era ese, el precio. Sin embargo, mirar sigue siendo gratis, así que, aunque no podamos tenerlas en casa, es un placer poder contemplarlas. La pena es que he encontrado pocas imágenes de las obras contemporáneas expuestas, tan solo estas dos que os muestro. Para empeorar las cosas, solo pude tomar la siguiente imagen antes de que la batería de mi cámara muriera definitivamente.
Arai Yoko. El viento (izquierda) y Endo Yayoi. Juego (derecha) Sin embargo, y pese a que ya digo que las obras contemporáneas me han gustado bastante, mis favoritas fueron los ukiyo-e o pinturas del mundo flotante, unos grabados realizados en madera entre los siglos XVII y XX, cuyos motivos principales son los paisajes, el teatro o las zonas de alterne y ocio. Estas obras se producían de manera masiva, por lo que han sido siempre un arte popular que podía comprar la gente que no tenía dinero suficiente como para comprar una pintura original. Este tipo de pinturas se convirtieron en la fuente de inspiración de los impresionistas como Monet o Degas, o de otros artistas como Van Gogh, Klimt o Matisse. Hoy en día sigue alargando su sombra de influencia, ya que sirve de inspiración para el manga y el anime.
Utagawa Hiroshige. El puente Ohashi en Atake bajo una lluvia repentina (de Cien famosas vistas de Edo)
Las obras que se podían ver expuestas eran, obviamente, reproducciones a cuál más increíble. si tuviera que quedarme con uno, lo haría con Utagawa Hiroshige, cuyos dibujos son bastante populares al haberse utilizado en numerosas ocasiones para ilustrar, por ejemplo, portadas de novelas japonesas.
Kitagawa Utamaro. Con mi consentimiento (de La educación vista a través de los ojos de los padres)
También son preciosos los de Kitagawa Utamaro, quizá más conocido por sus shunga o imágenes eróticas, que quizá hayáis visto alguna vez. En la muestra podían verse otras de sus obras famosas, en las que las protagonistas son tanto mujeres en el ámbito familiar, como geishas.
Toshusai Sharaku. Tanimura Torazo como Washizuka Yoheji
Otras imágenes recurrentes del ukijo-e son los actores de teatro kabuki, Toshusai Sharaku llegó a realizar unas 150 imágenes de este tipo. Espero que os haya gustado tanto como a mí este repaso al arte japonés tradicional y contemporáneo, y haber conseguido en la medida de lo posible, acercaros a esta interesante bienal de arte.
Hemos tenido un fin de semana muy japonés en Madrid. Por un lado, con el Japan Weekend en la Casa de Campo para acercar el cómic y los videojuegos japoneses. Una cultura que atrae a muchos, pero que a mí no me llama la atención especialmente, por lo que no me acerqué a verlo. Lo que sí que fui a ver, y que os traigo en esta entrada, es la II Bienal de Art Maison Japón, una muestra de arte contemporáneo y tradicional japonés que ha podido verse de manera gratuita durante todo el fin de semana. Allí se han reunido unas 250 obras de creadores japoneses y españoles entre pinturas, grabados, fotografías y esculturas. La muestra va a llevarse a cabo una vez cada dos años en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, y pretende convertirse en un escaparate donde unir a creadores españoles y japoneses.
Kimura Keigo. El cerezo llorón de 1000 años de antigüedad
Entre las obras contemporáneas había cosas realmente bonitas, muchas de ellas me las hubiera llevado a casa, y de hecho, algunas de ellas mostraban el precio de venta, el problema era ese, el precio. Sin embargo, mirar sigue siendo gratis, así que, aunque no podamos tenerlas en casa, es un placer poder contemplarlas. La pena es que he encontrado pocas imágenes de las obras contemporáneas expuestas, tan solo estas dos que os muestro. Para empeorar las cosas, solo pude tomar la siguiente imagen antes de que la batería de mi cámara muriera definitivamente.
Arai Yoko. El viento (izquierda) y Endo Yayoi. Juego (derecha) Sin embargo, y pese a que ya digo que las obras contemporáneas me han gustado bastante, mis favoritas fueron los ukiyo-e o pinturas del mundo flotante, unos grabados realizados en madera entre los siglos XVII y XX, cuyos motivos principales son los paisajes, el teatro o las zonas de alterne y ocio. Estas obras se producían de manera masiva, por lo que han sido siempre un arte popular que podía comprar la gente que no tenía dinero suficiente como para comprar una pintura original. Este tipo de pinturas se convirtieron en la fuente de inspiración de los impresionistas como Monet o Degas, o de otros artistas como Van Gogh, Klimt o Matisse. Hoy en día sigue alargando su sombra de influencia, ya que sirve de inspiración para el manga y el anime.
Utagawa Hiroshige. El puente Ohashi en Atake bajo una lluvia repentina (de Cien famosas vistas de Edo)
Las obras que se podían ver expuestas eran, obviamente, reproducciones a cuál más increíble. si tuviera que quedarme con uno, lo haría con Utagawa Hiroshige, cuyos dibujos son bastante populares al haberse utilizado en numerosas ocasiones para ilustrar, por ejemplo, portadas de novelas japonesas.
Kitagawa Utamaro. Con mi consentimiento (de La educación vista a través de los ojos de los padres)
También son preciosos los de Kitagawa Utamaro, quizá más conocido por sus shunga o imágenes eróticas, que quizá hayáis visto alguna vez. En la muestra podían verse otras de sus obras famosas, en las que las protagonistas son tanto mujeres en el ámbito familiar, como geishas.
Toshusai Sharaku. Tanimura Torazo como Washizuka Yoheji
Otras imágenes recurrentes del ukijo-e son los actores de teatro kabuki, Toshusai Sharaku llegó a realizar unas 150 imágenes de este tipo. Espero que os haya gustado tanto como a mí este repaso al arte japonés tradicional y contemporáneo, y haber conseguido en la medida de lo posible, acercaros a esta interesante bienal de arte.