Tras la satisfactoria y divertida experiencia que tuvimos con Fantasma, llega el momento de culminar la segunda edición de este Club de Lectura de Terror. Como sabéis, elegimos abordar a un autor más clásico como Clive Barker para esta segunda lectura, centrándonos en una obra tan icónica como Hellraiser.
Una vez más, me toca agradecer a todos los participantes ya que sus comentarios convierten una lectura en "algo más". Por ello, vuelvo a invitar a todo el que esté interesado a apuntarse a esta iniciativa. La siguiente lectura será la novela Dioses, Fantasmas o Demonios del escritor Jesús Gordillo, publicada por Ediciones El Transbordador.
Os dejo a continuación con mi reseña de «Hellraiser, El Corazón Condenado» y las opiniones de algunos de los miembros del Club.
HELLRAISER, EL CORAZÓN CONDENADO (Clive Barker - Hermida Editores)
"En breve estarían aquí...los que Kircher había llamado cenobitas, teólogos de la Orden de la Incisión. Distraídos de sus experimentos en las más altas esferas del placer, trasladarían sus cabezas intemporales a un mundo de lluvia y fracaso".
En El corazón condenado (título original de Hellraiser, respetado en la edición de Hermida Editores), Clive Barker lanza algunas de sus obsesiones dentro de una caja que, contrariamente a la Caja de Lemarchand que aparece en el relato, es de fácil apertura y comprensión. Una vez que la abrimos, en su interior encontramos un relato ágil que se lee con soltura y que sabe engancharnos —mediante unos pequeños garfios que se pinchan en nuestra piel— desde su mismo inicio.
La trama comienza siguiendo a Frank, un hombre que no encuentra satisfacción en su vida y que intenta dar con la puerta a una dimensión oculta a través de un dispositivo conocido como Caja de Lemarchand, con el objetivo de acceder a un mundo de placeres vetados para el ser humano.
Es en este sublime arranque donde Barker consigue atraparnos con maestría marcando el tono de lo que será la novela y poniéndonos en antecedentes de lo que encontraremos a continuación. Queda patente aquí el talento del escritor británico a la hora de describir lo imposible, luciéndose en un puñado de tremendas descripciones, con especial mención para la primera aparición de los misteriosos Cenobitas.
A partir de ahí, Clive Barker crea todo un tratado sobre la insatisfacción. Si Frank es un personaje frustrado, lo mismo puede decirse de los otros tres protagonistas. Julia, Rory y Kirsty también se mueven anhelando metas que parecen estar detrás de un muro inaccesible que ningún cubo mágico es capaz de abrir.
También dentro de esa caja que es el relato encontramos sexo, en forma de celos y de perversiones, en forma de búsqueda del placer y de ansias que solo pueden ser calmadas escapando de las convenciones. Aquí aparece la necesidad humana de poseer aquello que nos está prohibido. Y es que lo prohibido es un concepto muy poderoso en «Hellraiser», tanto que Barker esboza toda una mitología a su alrededor que se desarrollaría en toda una saga de películas y en posteriores secuelas noveladas.
Aparte del imaginario que crea el autor inglés, estamos ante una historia de terror en la que el protagonismo se reparte entre cuatro personajes principales, dos hombres y dos mujeres. Podría decirse que en ambos bandos existe un gran contraste, encontrándonos con una pareja que representa el bien y la otra mucho más anclada a la maldad. Más allá de la impactante presencia del personaje de Frank, verdadero catalizador de la historia y a través de cuyas heridas se cuelan la luz, la oscuridad, el deseo y la violencia que chorrean durante todo el relato, la visión femenina tiene una gran preponderancia, y el enfrentamiento entre Julia y Kirsty subyace a lo largo de todo el texto como metáfora de las contradicciones humanas.
Siendo un texto publicado en 1987, es comprensible que hablemos del miedo al SIDA como motor oculto de «Hellraiser». No obstante, estamos ante un relato que avanza gracias a conceptos como la búsqueda de nuevas experiencias, la sangre, la culpa y la muerte. Todo ello nos remite indefectiblemente a la enfermedad de transmisión sexual, y al temor que suscitaba en la época, como la verdadera palanca que hace girar el particular universo descrito.
Ciñéndonos a cuestiones más estéticas, algunas descripciones pueden resultar un tanto crudas para un lector poco avezado en el género, pero bajo mi punto de vista están muy bien presentadas, sin llegar a caer en la zafiedad o el mal gusto. Y en conjunto, tampoco puede decirse que «Hellraiser» sea un relato excesivamente truculento, al menos leído hoy día. Cierto es que todo lo referente a la "Orden de la Incisión" (los Cenobitas) puede quedar poco esbozado en la novela, pero soy de la opinión de que muchas veces se consigue más sugiriendo que mostrando, por lo que el dibujo que hace Barker de estos seres resulta más que suficiente para estimular mi imaginación.
Mi conclusión es que «Hellraiser, El corazón condenado» late con fuerza gracias a una acertada construcción de personajes y, más allá de su significado metafórico, constituye un más que correcto relato de terror que aúna imágenes potentes con un marcado componente psicológico. Así que id con cuidado y tened muy presente que, una vez abierta esta caja, no hay marcha atrás posible.
Los miembros del Club hablan:
Marc (@libroscinecomic):
"De Hellraiser se puede hacer una lectura literal (monstruo vampírico que se alimenta del otro) o una mucho más sutil psicoanalítica: ya nos enseñó Freud que Eros y Thanatos son los dos instintos primarios: pulsión sexual y pulsión de muerte. Tómese a los cenobitas como el Ello desbocado sin control del superyó que le reclama sin cesar al yo alimento emocional: sea grotesco o lascivo".
Javier Molano:
"En mi casi total desconocimiento de la literatura de terror tengo que reconocer que Hellraiser es un libro que me ha sorprendido para bien. Si bien empieza de forma confusa sin llegar a saber muy bien de qué está hablando, ya que no hay muchas explicaciones acerca de los Cenobitas o de lo que está ocurriendo, el autor es capaz de mantener el interés de la historia gracias a esa falta de explicaciones para llevarte a un final que, aunque no sea espectacular, no decepciona. Eso sí, en ningún momento me ha parecido un relato de terror, para mí es algo más cercano al suspense que al terror".
Kike Mollá:
"Lo mejor de esta novela corta no está en sus imágenes impactantes, ni mucho menos en sus personajes (bastante planos y estúpidos), lo mejor está en ese mundo que oculta, esa oscuridad que sugiere y no enseña, esa otra dimensión que no vemos donde los Cenobitas esperan a ser despertados y ahí el lector es donde puede realmente comenzar a sentir el verdadero miedo".
Asen Ahab (Todavía en las sombras):
"Lo bueno, si breve, dos veces bueno. ¿No se suele decir eso? Pues en el caso de este relato, esa frase va al pelo. Con sus escasas ciento y poco páginas, Barker crea y/o insinúa todo un nuevo universo de grandísimo potencial. Al finalizar Hellraiser puede que nos sepa a poco, pero insisto, su brevedad nos incita a que pongamos de nuestra parte y desarrollemos nuestra imaginación y nos hagamos unas "maravillosas pajas mentales"".
Rocío Muñoz:
"Hellraiser es una novela fácil y rápida de leer, que me ha gustado y de hecho se me ha hecho corta. He superado bastante bien leer una novela de terror, sado y gore sin "desmayarme" en el intento. Hellraiser es una historia en la que el protagonista, con la idea de buscar el placer a todos los niveles, tendrá que pagar un alto precio por ello. En el placer está el dolor y en el dolor está el placer, pero no todo puede ser placer en la vida y el protagonista encontrará más sufrimiento que placer..."
Paco:
"Hellraiser es una novela donde se describe a unos misteriosos seres llamados Cenobitas, habitantes de otra dimensión, a la cual se accede a través de una enigmática e indescifrable caja china.
Al conseguir abrirla y después de escuchar unas campanas que no se sabe muy bien de dónde proceden, se abren las puertas de dicha dimensión y da lugar a la aparición de tres Cenobitas, cuya misión consiste en llevarte con ellos a su mundo de depravación para que conozcas en primera persona los placeres de la carne a un nivel de gozo y sufrimiento desconocido.
En la primera parte, Barker consigue con maestría engancharte describiendo cómo y qué son los Cenobitas, y explicando lo que siente Frank (el prota) en su interior, cuando este acepta el ofrecimiento de los Ceno. Después, para mi gusto, la novela se vuelve demasiado previsible, que si necesito sangre, que si voy de caza al bareto, que si me pongo tu piel… que si bla, bla, bla.
Hasta la última parte que reaparece la cajita de Lemarchand y vuelve a cautivarte.
Obra muy interesante, personajes algo anodinos pero correctos.
Me gusta el estilo de Clive Barker".
Olivia:
"Más que una novela de terror, a mí me parece un relato de suspense salvo por la primera aparición de los Cenobitas, donde el autor da pequeñas pinceladas de un horror sórdido y oscuro. Al tratarse
de una novela corta, Clive Barker sacrifica la parte más terrorífica para centrarse en la que yo califico de suspense. Aunque la novela tiene un desarrollo y un final que están bien rematados, el camino elegido por Barker es menos impactante que si se hubiera decantado por la dimensión de los cenobitas. En conclusión, me ha gustado aunque me ha dejado a medias".