La reacción alemana fue inmediata, sus tropas se apoderaron de Roma e invadieron Italia por el norte con un fuerte contingente. Italia quedó dividida:
- El Sur ocupado por los aliados. Se estableció un régimen monárquico con un gobierdo de coalición antifascista. El 13 de septiembre declaró la guerra a Alemania.
- El Norte ocupado por los alemanes
Bandera de la República de Saló
Desoyendo los deseos de Mussolini que quería abandonar la vida política, los alemanes le pusieron al frente de una república fantasma conocida como República Social Italiana con capital en Saló junto al lago Garda (aunque oficialmente la capital era Roma). Existió entre 1943 y 1945. Mussolini se convirtió en un títere (o prisionero según como se mire) de Hitler, los alemanes controlaban la vida política y la producción.
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Esta nueva República:
- Abolió la monarquía de la casa de Saboya.
- Reanudó la guerra al lado de las potencias del Eje.
- Reconstruyó el Régimen Fascista, el Partido (ahora Partido Fascista Republicano) y la milicia al mando de un militar fiel y de prestigio, Graziani.
- Comenzó a perseguir a los fascistas traidores, en primer lugar se juzgó a los miembros del Graan Consejo Fascista que habían destituido a Mussolini. Se ejecutó a cinco jerarcas, entre ellos al conde Ciano, yerno de Mussolini. De esto me ocuparé con más detalle en una próxima entrada.
- Colaboró con los nazis en la detención y deportación de judíos.
- Adoptó algunas medidas sociales como el traspaso de la gestión de fábricas (no la propiedad) a unos organismos donde los obreros estarían igual representados que el capital (febrero, 1944) o la creación de la Confederación General del Trabajo, las Técnicas y las Artes que suponía el fin del Corporativismo. Los nazis bloquearon estas reformas en la industria pesada del norte. Además, las constantes huelgas y la destrucción de aparato productivo por los bombardeos aliados impidieron garantizar el abastecimiento de la población.