Sin duda alguna, la conversación es la mayor herramienta de cambio que existe. Conversar hace que los pensamientos entren en un proceso de vibración que básicamente se traduce en energía, y la energía es transformación, es cambio. Desde el último encuentro que mantuvimos en septiembre de 2014, en OPTIMA LAB no hemos parado de conversar, lo que se traduce en un actividad casi frenética y que ha dado pie a nuestro segundo encuentro que se produjo los pasados días 19, 20 y 21 de diciembre, en esta ocasión en Tudela, organizado con todo lujo de detalle por Jesús Serrano.
En esta ocasión, los participantes fueron los mismos que en el primer encuentro, Paz Garde, Cruz Guijarro, José Miguel Bolívar, David Sánchez, Silvestre Segarra, Jesús Serrano y un servidor. Jerónimo Sánchez que participa de forma activa en la red, no pudo estar presente aunque lo estuvo en todo momento en todos y cada uno de nuestros pensamientos. De hecho en esta ocasión pudimos conectar con él como puede verse en la imagen que encabeza el post. La buena noticia es que próximamente le tendremos por España de nuevo y podremos disfrutar de su experiencia.
Nuestro punto de encuentro fue en el Hotel AC Ciudad de Tudela. Comenzamos las jornadas al más puro estilo español, es decir, con una buena comida, pero con un sutil matiz: los temas de conversación. Uno de los aspectos destacables de este segundo encuentro y que también lo fue en el primero, fue el del total aprovechamiento de cada uno de los instantes que permanecimos juntos, bien para tratar de conocernos mejor o bien para seguir profundizando en los temas que tanto nos interesan. ¿Quién ha dicho que no se puede ser productivo tomando un buen vino navarro?
Ya por la tarde nos centramos en el desarrollo de temas tan concretos como el efecto de la multitarea y el impacto de la memoria en la productividad personal, así como en la importancia de entender bien el concepto de @contexto, pero sobre todo cómo facilitar estos conceptos mediante nuevas dinámicas. Estuvimos trabajando toda la tarde organizados en pequeños grupos de trabajo en función de los roles Belbin preferidos por cada uno de los nodos, con objeto de expandir al máximo la experiencia productiva. La puesta en común y las rondas de feedback resultaron ser ricas en matices y en aprendizajes, concluyendo con unos resultados realmente interesantes.
La mañana del sábado la dedicamos a trabajar en los distintos aspectos que resultan claves para lograr acorralar todas aquellas creencias que no nos permiten iniciar el camino de la eficacia y la eficiencia. Ya por la tarde abordamos aspectos más técnicos de la red, como el branding, styling, etc. También tuvimos la oportunidad de hablar de finanzas artesanas. José Miguel Bolívar compartió con la red su experiencia tras sus tres años como artesano, resultando ser muy esclarecedor. Por la noche, Jesús Serrano, como buen anfitrión, nos hizo un tour de pintxos por Tudela y por fin probamos el Pacharán.
Durante la mañana del domingo continuamos con algunos de los temas abordados y también revisamos algunos de los proyectos que cada uno de los nodos está desarrollando para la red. En definitiva, dos días completos de trabajo con un output espectacular.
Recuerdo que José Miguel Bolívar cerró las primeras jornadas con una frase que recordaba desde joven:
Sin caer en la utopía, hay que llevar las cosas desde la imaginación a la evidencia. José Ortega y Gasset
Sin duda alguna en este segundo encuentro se ha puesto en evidencia todo el trabajo realizado desde septiembre. Todo un éxito. La lentitud te da precisión y la precisión rapidez. El solapamiento fértil de intereses comienza a germinar y a mostrar signos de vida. La energía potencial comienza a transformarse y a proporcionar resultados.
Las redes son estructuras de confianza, y como tales, el compromiso y el interés son cruciales. Aparcar nuestra actividad diaria a las puertas de las fiestas navideñas para participar en un encuentro de estas características dice mucho del compromiso existente y sin duda alguna refuerza la confianza. Si el primer encuentro sirvió para establecer unas bases sólidas para el proyecto, diría que este segundo encuentro ha sido el de la experiencia productiva expandida, como diría Jerónimo Sánchez.
Ha sido toda una experiencia poder sentir a las personas de cerca y crecer como red. Deseando estoy que llegue Junio para nuestro siguiente encuentro que será en Elche. Ahora sólo queda seguir trabajando, porque como diría Eugenio Moliní, “para hacer una tortilla hay que cascar huevos”.
Esta entrada II Jornadas OPTIMA LAB: Una experiencia productiva expandida has sido publicada por Antonio José Masiá