El sábado 10 de mayo tuvo lugar el II Triatlón de Isla Canela. Al tratarse del primer triatlón del año, el tercero de toda mi vida, el de mi debut como isbilyo y con la nueva equipación del club se antojaba una prueba súper especial. Además mi participación la venía anunciando desde hacía ya bastante tiempo, por lo que tengo especiales ganas de contarte mi crónica.
Toda la expedición tras terminar la carrera
La Previa
Viajé desde Sevilla hasta el lugar de la prueba el mismo sábado, en el coche de mi amigo José Antonio Oliva (si estás leyendo esto muchísimas gracias por todo). Tras haber llegado bastante temprano, descargar las cosas y retirar el dorsal, me percaté de que había cometido un error garrafal: se me había olvidado el cinturón portadorsales. Lo solventé, ensartándole a un antiguo cinturón dos imperdibles. Tras ese incidente estuve con mis amigos, llevé mis cosas a la zona de transición, guardé las mochilas en el coche de un amigo y por último me dirigí hacia la salida. Por cierto, el tiempo era perfecto.
La Carrera
En la charla técnica nos dijeron que no se podría utilizar traje de neopreno, pues el agua estaba lo suficientemente cálida para poder nadar sin él. Además por cómo estaba diseñado el circuito, la corriente iría en nuestra contra todo el rato y por si fuera poco al término del sector deberíamos de devolver nuestro gorrito.
Natación
Tras dar la salida no me resultó demasiado complicado colocarme en una buena posición y nadar de forma tranquila, a pesar de que en un par de ocasiones tragase más agua de la que jamás llegaré a admitir. El aprender a respirar hacia ambos lados me ayudó mucho a hacer este sector de natación, el mejor de toda mi vida (en torno a 15 minutos).
Yo tras el sector de la natación
T-1
Me costó un poco recuperar el aliento tras el agua, pero tras recuperarme fui corriendo todo lo que pude hasta llegar a mi bicicleta. Traté de cambiarme lo más rápidamente posible, pero cuando iba a salir me dí cuenta de que se me había olvidado ponerme el “portadorsales”. Esto me hizo perder bastante tiempo.
Ciclismo
El sector de ciclismo fue bastante caótico. En la primera de las dos vueltas que había que dar, estuve en varios grupos aunque en ninguno pude permanecer, ya que los que iban por delante de mí se descolgaban en las rotondas de quienes iban tirando de verdad. En la segunda apareció mi amigo David, quien venía comandando un pequeño grupo en el que iba ordenando los relevos. En esta parte me divertí especialmente, ya que hicimos un gran trabajo cansándonos poco y manteniendo una buena media. Mi tiempo fue de, 35:36 y aunque no fui tan rápido como en Málaga sí que acabé más satisfecho por haber trabajado en equipo.
Yo terminando de calzarme las zapatillas
T-2
Aquí tuve la oportunidad de ver a mi hermana y a su novio animándome. Yo trataba de cambiarme lo más rápido posible mientras que mi hermana me daba mil indicaciones sobre cómo había llegado, desde dónde me había visto, etc. Yo no me enteraba ni de la mitad de las cosas que decía, pero a pesar de todo me hizo muchísima ilusión que hubiera podido acercarse a verme. En esta transición fueron claves mis nuevos cordones elásticos, una auténtica maravilla.
Saliendo de la transición
Carrera a pie
Fue donde más sufrí, y también donde más gocé porque pude ver a un compañero mío liderando la prueba y a muchos otros en puestos excepcionales. Mi amigo Bernardo me adelantó en la mitad del recorrido y terminamos entrando a apenas 5 segundos el uno de otro. Metros antes de llegar a meta vi a mis padres. Había completado la carrera a un ritmo de 4:39 min/km, el más rápido de toda mi vida en un 5.000.
¡Había terminado la carrera en 1h14min! 10 minutos más rápido que en el Triatlón de Sevilla del año pasado y otros 9 en comparación con el oficial de Málaga. Además me enteré de que mi amigo Chelu había ganado la prueba y que el club había quedado segundo en la clasificación por equipos.
Manteando a Chelu para celebrar su victoria
Valoración de la prueba
A pesar de mis buenas sensaciones he de resaltar que la prueba me ha decepcionado:
- La información sobre el número de vueltas que hay que dar en los distintos circuitos, es inexistente en la página web oficial.
- El circuto en bici tenía demasiadas rotondas, badenes, así como rajas y baches.
- En la carrera a pie había un tramo por el que las hojas de las palmeras quedaban a la altura de la cara y tenías que ir apartándolas con las manos.
- El cronometraje de la prueba no era con chips, sino que los jueces apuntaban los tiempos en una libreta.
- A la salida del agua, y tras correr un generoso tramo por la playa, sólo había un juez con una pequeña manguera rociándonos los pies para quitarnos la arena.
- Que no nos pudiésemos quedar con los gorros.
- Que los corredores pudiesen recortar en varios puntos del circuto de carrera a pie, así como en el de ciclismo sin que los jueces interviniesen.
Cosas que sí me han gustado de la prueba:
- Que fuese fácil de seguir por parte del público.
- Que la transición fuese accesible y tuviese cajones con dimensiones muy razonables para que los corredores dejasen las cosas.
- El entorno escogido.
Espero que te haya gustado la entrada y no te haya resultado especialmente pesada. ¡Nos vemos en Sevilla!.
¡Un abrazo!
¡Segundos por equipos!