Antes de la mitad de la fase de bicicleta me he bebido el bidón completo con agua y sales y espero con ansiedad la llegada a la Ermita donde hay avituallamiento, …..me acabo de tomar un gel y tengo una pasta en la garganta que no soy capaz de pasar. Vamos todos deshidratados, da igual lo que bebas. Aunque todo está bastante bien señalizado, alguna zona de peligro te puede sorprender y no es extraño ver caídas en las cuestas, curvas y sobre todo en los arenales. Normalmente no pasan de un rasponazo en las piernas o los brazos. El agotamiento hace mella y tengo que echar pie a tierra y empujar la burra en una de las últimas cuestas. Los dos últimos kilómetros de bicicleta, que son una gran recta, decido hacerlos tranquilos, ya que el año pasado las pasé muy putas en la tercera fase corriendo. Cuelgo la bici, cambio de nuevo el casco por la gorra y me aprieto otro medio litro de agua. Me dan miedo los 2,2 últimos Km…., mas caminos polvorientos. Siento pinchazos en el cuadriceps derecho, pero me encuentro fuerte como para no tener que caminar como el pasado año. Cruzo meta en aproximadamente 1:45. Caen dos botes de aquarius y una botella de agua. NO recuerdo haber bebido tanto en tan poco tiempo. A las 9 de la noche llevaba mas de 5 litros…
Esta carrera es realmente dura. El nivel de esfuerzo, bajo mi criterio es bastante superior al ½ maratón, pero igualmente es muy divertido. El año que viene nos volveremos a juntar con el mismo calor, los mismos polvorientos caminos y la misma sensación de esfuerzo, en la línea de salida.
