Este discazo lo he descubierto gracias al amigo Luis Gallardo, y cuando alguien te descubre cosas así hay que estarle muy agradecido.
Estos dos entes, (Andrea Noce (Eva Geist) y Donato Scaramuzzi (Donato Dozzy), unieron fuerzas para hacer este proyecto después de intercambiarse correspondencia digital y coincidir en que a ambos les gustaba el cine del director Troise.
El resultado es una delicia sonora donde se hace un recorrido por el Italo y por el Synth Pop patrio. Pero personalmente me niego a ver este joya sólo como Synth Pop. Para mi, aparte de la magia y delicadeza que desprende, es electrónica etérea, sensitiva, elegante, y si, mágica y delicada.
Sonido limpio, cristalino, inmaculado. Las máquinas despliegan todo su arsenal de dulzura para arroparnos en todo momento, para transportarnos a otros mundos ayudados por la voz de Andrea.
Con todo lo que he descrito anteriormente, uno podría pensar que me estoy refiriendo a un disco más ambiental y etéreo que otra cosa. Pero no se trata de eso.
Hay piezas para el baile que no necesitan cargarse de BPM para que te muevas como es el caso de Non Ricordi, Real o Raggio Verde, ( estribillo muyEnya), donde puedes bailar de forma vaporosa.
No puedo dejar de oir por los circuitos de las máquinas ecos del genio Battiato. Ese que hacía sentir a las máquinas incluso en su etapa más experimental como en Sfere de Qi.
Una delicia, en definitiva, que hará las delicias de los que tengan los oidos más sensibles a la belleza.