Cuando se recorre Roma, además de monumentos colosales y restos arqueológicos cuidadosamente conservados, es común encontrarse con edificios y palacios que son verdaderos íconos no sólo de la historia sino del ser mismo romano, ese que se fue construyendo desde la aparición del mito de Rómulo y Remo hasta la actualidad. Uno de los más conocidos y que mejor representan ese ser nacional italiano es el famoso Monumento a Vittorio Emmannuelle II, primer Rey de Italia luego de la Unificación y que tras ser inaugurado en 1911 se convirtió en un verdadero centro de culto para la vida histórica y militar de Italia.
El colosal monumento se encuentra ubicado en una de las mejores zonas del casco urbano de Roma, justo frente a la Piazza Venezia y a pocos metros del Coliseo y el Foro romano, además de mediar por una gran escalinata con el Capitolio y los Museos Capitolinos, lo cual lo vuelven único en la zona. Pero lo cierto es que para entender la importancia del edificio y por qué es uno de los puntos casi obligados para visitar en la ciudad deben tenerse en cuenta algunos elementos que justifican la importancia del mismo en la vida romana.
Si bien el espacio fué creado para homenajear la figura de Vittorio Emmannuelle II, desde su creación, se transformó en la sede del Museo Centrale del Risorgimento (donde atesora la mayor parte de los elementos, objetos y documentos que dan cuenta de aquellos años de la Italia contemporánea) además de un Instituto Histórico dedicado a la investigación especializada en aquel período. Pero lo cierto es que esos dos espacios ubicados en su interior no son los que le imprimen la escencia al Vittoriano, sino que esta le viene dada por albergar en su interior nada menos que la Tumba del soldado desconocido, tendencia que siguen la mayoría de las naciones del mundo y que sirve para mantener vivo el recuerdo y la gratitud con aquellos que dieron su vida por la patria y que nunca llegaron a ser identificados, de allí el nombre con el que se los identifica.
A diario, así como sucedía con las vestales romanas de la antigüedad que debían velar para que nunca se apagara el fuego de los dioses, dos soldados custodian la llama que representa la memoria eterna del soldado desconocido, siendo un verdadero honor para aquellos que son designados en la tarea. La parte en la cual se encuentran los soldados que llevan a cabo esa función no es accesible al público pero suele ser una de las más concurridas ya que los turistas y visitantes aprovechan para hacerse fotografías junto a ellos y así obtener una de las postales más populares de Roma.
Desde las escalinatas previas al ascenso a las Quadrigas se tiene una de las vistas más bellas de Piazza Venezia, sus cúpulas,Vía del Corso y la Columna imperial junto al famoso mercado de Trajano.
Enmarcada en medio una masa de mármol de tamaño colosal reposa la estatua ecuestre de Vittorio Emmannuelle II. Desde hace un tiempo, por cuestiones de seguridad y por haber habilitado las Quadrigas, este espacio se cerró al público dejando de funcionar como uno de los miradores más buscados en la ciudad para hacer imágenes increíbles desde las alturas.
Sobre la entrada dos leones alados custodian el espacio donde reposa el Soldado desconocido
Vista del Palazzo Venezia desde el mirador del Vittoriano
En el interior del monumento un amplísimo pasillo clásico y el grupo escultórico que representa a la Victoria romana funciona como la antesala para el ingreso al recinto donde se encuentra el Salón de las banderas y la cámara donde reposa el cuerpo mismo del soldado desconocido. El trabajo arquitectónico, escultórico y decorativo hacen de este espacio una verdadera obra de arte en sí mismo.
En la Sala de las banderas se exhiben los lienzos originales de diferentes períodos de la historia del país. Muchas de ellas se encuentran en un asombroso estado de conservación y otras dejan ver la huella hostil de la historia que les tocó vivenciar (por ejemplo en en el caso de las que se usaron durante las dos guerras mundiales). Allí mismo pueden verse una serie de documentos originales y una colección fotográfica que ilustra muchos de los momentos históricos de Italia hasta la actualidad.
La tumba del soldado desconocido no se encuentra abierta al público pero puede llegarse hasta el recinto mismo donde se encuentra la capilla ardiente donde reposa el féretro. El cuerpo suele ser visitado en ocasión de actos oficiales o bien para conmemorar el aniversario de la fecha en que fué depositado en el interior del Vittoriano. En ese mismo lugar puede verse una gigantografía que a través de fotografías y textos alusivos explican el proceso de acogimiento del soldado y de cómo lo homenajearon los diferentes presidentes que gobernaron el país y diferentes actores de la vida política romana.
A diferencia de otros soldados desconocidos del mundo, el del Vittoriano cuenta con una pequeña capilla donde se llevan a cabo oficios religiosos en su honor. La decoración de la cúpula es una obra digna de ser destacada y recomendable como uno de los puntos para no dejar de ver en una visita al recinto. Ubicada en el subsuelo (hay que estar dispuesto a bajar y subir unos cuantos escalones, pero les aseguro que vale la pena) la misma está custodiada por soldados del ejército que en ocasiones se turnan con los que se encuentran en el exterior, al lado de la estatua de la Victoria.
La visita al salón de las banderas y al recinto de la Tumba del soldado son gratuitos y sólo deberán abonar la entrada si quieren ingresar al Museo del Risorgimento. Una vez terminado el recorrido por el salón de las banderas lo más aconsejable es dirigirse allí mismo a las escaleras que llevan a las terrazas panorámicas y, luego de tomar algo en el espléndido bar ubicado en ellas, suban en el ascensor hasta la terraza de las Quadrigas, recientemente inaugurada y desde donde tendrán las vistas más increíbles de la Roma antigua.
Terraza y Ascensores que comunican con el mirador de las Quadrigas
Más info
Monumento a Vittorio Emmannuelle II
Piazza di Spagna y Avenida Dei Fori imperiali
Abierto de 8.30 a 19:00 hs-
Cómo llegar
Metro: Colosseo (o a pie desde el Foro romano)
Bus: cualquiera hasta Piazza Venezia
Entrada gratuita.
Ascensor a las Quadrigas: Adultos, 7€. Menores de 18 y mayores de 65 años, 3,50€.