Revista Arquitectura
Los tiempos en los que la iluminación era un elemento puramente funcional pasaron a mejor vida, y hoy en día se busca que la iluminación sea un elemento decorativo más, añadiendo el valor intrínseco de la luz y aportando los diseños más modernistas en cuanto a los dispositivos que producen esa iluminación. Por ello, el diseño de las lámparas y de los centros de luz de los hogares ha ido variando de manera significativa con el paso de los años, con lo que hoy en día nos podemos encontrar con los focos y las lámparas más atrevidas, o con las más minimalistas, e, incluso con las más originales, todo con el objetivo de ir acompañando a la decoración genérica del espacios donde se vaya a colocar el foco de iluminación. Un acompañamiento que puede ir bien por el lado del seguimiento del estilo o bien por el lado del contraste, buscando romper la tendencia genérica de la decoración que predomine en una habitación en concreto. Por ello, el encontrar un foco de iluminación adecuado para cada lugar se ha convertido en una de las nuevas obsesiones del siglo XXI, porque ya no vale todo, o poner, simplemente una ampolleta, sino que se necesita focos y lámparas que sorprendan, que sean más eficientes, como la nueva tecnología LED, que atraigan la mirada, que capten la atención y que optimicen el efecto buscado con la decoración total, aportando belleza estética.