Cuando reformas una casa, de arriba a abajo, hay que tenerlo todo en cuenta. Todo absolutamente todo. En nuestro caso, el nuevo piso se está reformando recuperando las antiguas vigas (que alguien con poca cabeza decidió tapar en su día con un falso techo). Disponiendo todos los techos del piso con vigas, el tema de la iluminación, y siguiendo las recomendaciones de la arquitecta, se limitará a pocas lámparas colgantes y muchos apliques. La primera vez que me lo dijo, me quedé rígida. Si nos paramos a pensar en los apliques, a todos nos viene a la cabeza el clásico aplique de toda la vida que hemos visto miles de veces en el pasillo de nuestros abuelos y familiares mayores. HORROR. Pero… las cosas cambian, el diseño avanza (gracias, gracias, gracias) y hoy podemos vestir las paredes con este tipo de soluciones: