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Ilunga es la estrella

Publicado el 13 enero 2010 por Alfonso

Dicen que la palabra más difícil de traducir del mundoes ilunga, término del idioma tshiluba, o luba-lulua, lengua bantú que hablan unos seis millones de congoleños, y que viene a designar a la persona que está dispuesta a perdonar cualquier abuso la primera vez, a tolerarlo la segunda, pero nunca la tercera. Precisa y económica designación que en el mundo occidental (capitalista) es impensable si manejas el poder o improbable de enseñar a tus hijos si eres de a pie (hipotético ilunga): corto de memoria, el transeúnte tropieza una vez tras otra ante el mismo mostrador, la misma tragedia, los mismos discursos. Aunque hay quien dice que los ilunga son unos grandes estrategas, concediendo el perdón para luego amenazarte y al final terminar retirándote el saludo o las gafas de la cara. Vamos, que son unos pendencieros. Yo lo que creo es que algunos no han oído hablar del maltrato a las mujeres (realmente enamoradas) o de la pobreza.
Nadie recordará mañana como era el mundo pre-Windows, como eran de baratos los tipos de interés justo cuando los bancos no concedían créditos, la sutil diferencia de una erre (léase ERE o cerditos en las línea de arriba), el discreto encanto de la ecología. Y seguiremos condenados, el plural como símbolo de las clases más desfavorecidas y a sabiendas que el futuro será más de muchos que mío, aunque sólo sea por edad, condenados a las catástrofes monetarias, a los desastres económicos, tanto o más que a los terremotos y su no distingo de príncipes de dictadores, de los fuegos por sorpresa, los temporales de nieve o las tormentas de arena. (Si quisiera jugar a Nostradamus diría que la falla de San Andrés dejaría
este siglo sin chalet al grueso de la industria del entretenimiento norteamericana: ¿quién me lo iba a reprochar para el 2100?)
Pero lo grave no es que no lo recuerden porque nadie lo deje escrito, que alguno lo estará intentando en este preciso minuto, quiero imaginar, como alguno lo hizo en su momento (de poco o nada sirvió). Lo que pasa hoy es que más es menos, como las cadenas de televisiones, las opciones de ocio o los parques de las grandes ciudades.: todos somos estrellas en potencia y estrellados sin pericia. Douglas Coupland parece que es de los pocos que escriben de su tiempo, pero ¿dónde descansan sus ejemplares de la Generación X?, ¿dónde sus escritos sobre el mundo informático, la era post industrial? A pesar de que casi todos sus libros giren en torno al acceso de la juventud al universo de teclados y emociones confusas (libre albedrío para el contratista), no es suficiente. Quizá tampoco necesario o válido, si soy conciso. Lo único real es que no hay filosofía o razonamiento que mañana pueda orientar. Lo cual no se si es bueno o malo, pues tanto sirve hablar del modus operandi de un serial killer para prevenir que para aleccionar al desvariado.
El BCE se plantea subir los tipo de interés. ¿Por el interés de todos o por el suyo? Que cada uno mire en que fase de su ilunguez se encuentra. Si no lo sabes... ¿tan maltratado o pobre te han hecho?
ILUNGA ES LA ESTRELLA
Douglas Coupland

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