Revista Humor
Para hacer pasar por el aro a una dirigente díscola, túmbese
a la susodicha sobre una tabla de planchar suspendida en el aire
y procédase a pasarle un hula-hop a lo largo del cuerpo hasta
conseguir el efecto deseado.
En el caso de que la díscola dirigente se ría en sus barbas,
enciéndase una vela a Santa Rita y consuélese pensando que,
al menos, ha pasado un rato entretenido.