Un simpático monito navideño subido en una palmera, captaba la mirada de los visitantes.
Los pastores daban la Bienvenida.
Una vista desde el segundo piso del convento.
En una parte de los jardines, habían estas hermosas aves: loros.
En un regalo gigante, otro simpático monito.
En los pasillos este personaje cómico, llamaba la atención.
La pasé muy entretenida mirando los pasillos y en general el convento, para después entrar a la exposición. En la siguiente entrada publicaré las fotografías de la misma.